Reacción a "Reacciones a la aprobación de la nueva Ley de la Ciencia "
Jesús Pérez Gil
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, director del grupo de investigación Biophys-Hub y exdecano de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid
En términos generales, me parece que, aunque quedan pendientes algunos aspectos importantes que necesitan atención y que la Ley de Ciencia que se ha aprobado todavía no resuelve, esta ley supone una aportación positiva y una mejora significativa en algunos aspectos necesarios. Por ejemplo, me parece que era muy necesario atender a las condiciones laborales del personal que trabaja en investigación, hasta ahora insostenibles e injustas en comparación las de trabajadores en cualquier otro ámbito. En mi opinión, esto todavía necesita desarrollarse más, por ejemplo, para adecuar condiciones laborales de todo tipo de trabajadores, también las de los técnicos y personal de apoyo, imprescindibles para una investigación de calidad, o para poner al día unos salarios del personal de investigación que en España son ridículamente bajos, sin comparación con los de figuras equivalentes en otros países europeos, lo que dificulta enormemente la incorporación competitiva de talento investigador en nuestros laboratorios.
En esa línea, considero muy importante que no se haya consolidado la enmienda 76 que se introdujo durante el trámite de la ley por el Senado y que introducía un tratamiento diferente a las personas contratadas por proyectos europeos. Solo el hecho de que se pudiera hacer un tratamiento diferencial a trabajadores en función de la fuente de los fondos con los que se les contrata, me parece aberrante e insostenible por las injusticias que introduciría en los laboratorios.
Creo que el cambio de condiciones laborales será bueno para la salud de nuestros laboratorios. Sinceramente lo creo, aunque es verdad que nos obligará a ajustar la forma en la que gestionamos contratos y la dinámica de una investigación demasiado sometida a condiciones cambiantes -otro problema fundamental de nuestra ciencia que, desgraciadamente, no creo que cambie la ley si no se introduce además un incremento muy notable de los fondos destinados a I+D-, también en cuanto al acceso a recursos. Hace unos años también pasamos por tensiones y debates furibundos sobre lo adecuado o no para el sistema investigador de sustituir las becas de los investigadores más jóvenes por contratos y no creo que hoy día haya nadie que cuestione que ese cambio se hizo en la dirección adecuada.