José Gómez Rial
Jefe de Servicio de Inmunología en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS), Servicio Gallego de Salud (SERGAS)
Los ensayos in vitro que están en marcha lo único que tratan de comprobar es la pérdida de capacidad neutralizante de los anticuerpos generados por la vacuna debido a las mutaciones en los epítopos neutralizantes de la espícula del virus, pero la pérdida de capacidad neutralizante (parcial, muy difícil que sea total) no indica que la vacuna haya perdido efectividad, porque la inmunidad celular generada es mucho más amplia y cubre muchos más epítopos de la proteína, por lo que la memoria celular seguirá conservada frente a la variante ómicron con casi total seguridad.
Lo único que se observará probablemente es mayor capacidad de contagio (transmisibilidad) al no ser capaz nuestro sistema inmune en neutralizar al virus tan rápidamente en la mucosa respiratoria tras la vacuna. Pero este dato no tiene por qué ser alarmante siempre y cuando no haya pérdida de efectividad en el primer objetivo de la vacunación que es evitar la enfermedad grave. La pérdida parcial de capacidad neutralizante de los anticuerpos generados por la vacuna, por sí solo, no creo que sea motivo para reformular la vacuna original dado el tiempo y el coste necesario. Es mucho más importante vacunar a los no vacunados.
Los resultados de inmunidad celular in vitro tardarán algunas semanas más porque son mucho más complejos de realizar. De todos modos, siempre hay que esperar a los datos de comportamiento en el mundo real, vigilar la evolución de la nueva variante, el curso de enfermedad en vacunados y no vacunados y estar muy atentos a posibles fallos vacunales en individuos con pauta completa e inmunocompetentes.
Es de esperar una pérdida parcial de capacidad neutralizante de los anticuerpos generados por la vacuna, pero una inmunidad celular conservada frente a la gran mayoría de epítopos de la proteína de la espícula. Esto implicará una mayor capacidad de contagio o incluso reinfecciones, que serían leves y no implicaría pérdida de la efectividad vacunal.
De momento es poco probable que estemos ante un escenario en el que ómicron sea una verdadera variante de escape que obligue a reformular la vacuna inicial y revacunar a toda la población, algo que llevaría bastante tiempo.