Autor/es reacciones

José Luis García Calvo

Responsable de la Unidad Técnica Laboratorio de Hormigones, vicedirector técnico del Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC

El trabajo sobre la sostenibilidad de los morteros y hormigones romanos está fundamentado en un estudio serio y de buena calidad. Asimismo, las conclusiones aportadas por los autores están basadas en datos objetivos. Es más, las limitaciones del estudio y la dificultad de poder trasladar ciertos aspectos de la construcción de este tipo de material a la época actual están bien fundamentadas. El mayor inconveniente que se puede achacar al artículo es el hecho de que al leer los aspectos destacados (highlights), parece que el empleo de morteros y hormigones romanos era mucho más sostenible que el empleo de los morteros y hormigones actuales; sin embargo, al leer el artículo, este aspecto queda mucho mejor explicado y se evalúa en qué casos específicos eso podría ocurrir.  

Las principales implicaciones o conclusiones del estudio, las cuales son claramente acertadas en base al conocimiento reciente, es que el empleo de lo que actualmente se denomina “materiales alternativos” al cemento Portland, como puede ser la biomasa empleada en los morteros y hormigones romanos, disminuye claramente la huella de carbono del material resultante. Eso sí, la utilización actual de estos materiales de baja huella de carbono no debe limitar las propiedades de los hormigones. El segundo aspecto clave que trata el artículo es que la durabilidad de los materiales de construcción y, por ende, de las estructuras construidas, va de la mano de la sostenibilidad. Es decir, garantizar una elevada durabilidad en una estructura o edificación, va a ser más sostenible por el menor consumo de recursos a la larga que si hay que demoler la edificación y volverla a construir o existen elevados costes de mantenimiento, entre otros aspectos. En este sentido, es cierto que los hormigones romanos han mostrado una elevada durabilidad en el tiempo, pues en muchos casos han resistido casi intactos hasta nuestros días, si bien la durabilidad de una estructura siempre va a estar influida por el uso al que está sometida. ¿Podrían emplearse hormigones romanos para la construcción de grandes rascacielos? Es muy probable que no, pero en la lectura del artículo esto queda claramente patente.

ES