José Miguel Viñas
Meteorólogo de Meteored en www.tiempo.com y consultor de la OMM (España)
Podemos confiar en los estudios de atribución como este último. La potencia de cálculo de los superordenadores permite poder llevarlo a cabo en poco tiempo (días) lo que, además, es lo deseable, ya que si su publicación se demora en exceso (semanas o meses) pierde el interés mediático, aunque no como herramienta para caracterizar la mayor o menor excepcional de un determinado episodio meteorológico en el contexto actual de calentamiento global.
El estudio certifica algo que ya se intuía esos calurosos días de abril, dado el carácter tan excepcional que tuvo ese episodio de calor. El estudio no solo permite atribuir al cambio climático ese episodio, sino que gracias al análisis estadístico que se ha llevado a cabo y a la simulación climática, es capaz de cuantificar la probabilidad (muy baja) de tener temperaturas en el entorno de los 40 ºC en abril si elimináramos la señal del calentamiento global y fuera solo consecuencia de la propia variabilidad atmosférica.
Las principales limitaciones de estos estudios son las bases de datos climatológicos con las que se trabajan, pensando sobre todo en registros anteriores a los años 60, ya que no había tantos disponibles. A pesar de ello, el nivel de confianza de estos estudios es alto.