Marta Ribasés Haro
Coordinadora de la Unidad de Genética psiquiátrica
La revista PLoS One publica los resultados de un estudio que investiga la base genética relacionada con el vegetarianismo estricto y pretende identificar posibles variantes genéticas relacionadas. Los investigadores han comparado el genoma de 5.324 vegetarianos estrictos y 329.455 controles mediante un estudio de asociación de genoma completo (GWAS, por las siglas en inglés de genome-wide association study) y han identificado una región del genoma asociada a seguir una dieta vegetariana estricta que incluye genes, como NPC1 o RMC1, importantes en el metabolismo de los lípidos y en la función neuronal. Además, los autores identifican otras regiones genómicas sugestivas con un papel potencial en las preferencias dietéticas.
Aunque estos resultados sugieren que existen factores genéticos implicados en el mantenimiento de una dieta vegetariana a largo plazo, el estudio presenta importantes limitaciones. Por un lado, para identificar variantes genéticas que predisponen a iniciar y mantener una dieta vegetariana mediante un estudio GWAS es necesario analizar el ADN de muchas personas vegetarianas y compararlo con el ADN de un grupo control no vegetariano. En este sentido, el estudio incluye un total de 5.324 individuos vegetarianos estrictos, lo que supone un tamaño muestral reducido para obtener resultados concluyentes. Por este motivo, los resultados del estudio deben considerarse preliminares hasta ser validados en muestras de mayor tamaño que permitan determinar el papel que juega la genética en la preferencia dietética y en el mantenimiento de una dieta vegetariana.
Además, los autores identifican diferencias significativas entre el grupo de vegetarianos y el grupo controles en cuanto a índice de masa corporal y nivel socioeconómico. El grupo de vegetarianos está formado principalmente por mujeres con menor índice de masa corporal y menor nivel socioeconómico. Sin embargo, los autores no consideran estas posibles variables de confusión en el estudio, lo que puede estar segando los resultados del mismo.
Aunque el estudio respalda evidencia previa que sugiere que existe una base genética en la elección de la dieta, y que esta puede estar relacionada con diferencias en el metabolismo y en la percepción del sabor, estos resultados deben ser considerados preliminares. En caso de confirmarse, la identificación de patrones genéticos asociados al vegetarianismo ayudaría a una mejor comprensión de los mecanismos moleculares subyacentes y permitirían definir recomendaciones dietéticas individualizadas y efectivas basadas en los perfiles genéticos de cada individuo.