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Nicolás López-Jiménez

Miembro de la Unidad Sociedad y Territorio y delegado de SEO/BirdLife en Asturias

El artículo pone de manifiesto que habrá un mayor riesgo de extinción para las aves más especializadas y que viven en hábitats más raros, bien por su distribución restringida o por sus requerimientos ecológicos más específicos. Mientras que las especies más generalistas, cosmopolitas y adaptables serán las que sobrevivan.  

El trabajo expuesto por la doctora Emma Hughes y su equipo aporta información para comprender que la desaparición de especies de aves claves en el funcionamiento de los ecosistemas, como pueden ser pájaros polinizadores o dispersores de semillas, podría tener consecuencias desastrosas para la supervivencia de las plantas que esas aves polinizan o cuyas semillas ayudan a dispersar. Expone también que estas pérdidas de funciones en los ecosistemas podrían suponer que algunos de los servicios ecosistémicos que nos ofrecen las aves desaparecieran, viéndose afectadas también las poblaciones humanas. Además, el artículo refleja una dura realidad y que es que la pérdida de diversidad morfológica y filogenética en las aves supondrá que miles de años de evolución y adaptación a los ecosistemas habrá desaparecido en unos pocos años, perdiéndose para siempre este patrimonio genético insustituible. 

Se trata de la revisión más exhaustiva y actualizada sobre como la actual crisis global de pérdida de diversidad biológica podría provocar la desaparición de servicios ecosistémicos facilitado por las aves y generar la homogeneización de la diversidad de avifauna a nivel mundial, analizando la situación en una gran variedad de ecosistemas a lo largo de todo el planeta y evaluando las posibles pérdidas de diversidad morfológica y filogenética con el estudio de caracteres de más de 8.400 especies de aves. 

ES