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Cómo conseguir una cesta básica de alimentos efectiva y asequible

Las políticas alimentarias deben garantizar que toda la población tenga acceso en cantidad suficiente a los alimentos que integran una dieta saludable sin que suponga un peligro para la economía de las unidades familiares.  

13/10/2022 - 09:30 CEST
 
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La cesta básica de alimentos permite medir las personas en riesgo de no poder adquirir los requerimientos básicos de alimentación necesarios. Freepik.

La alimentación es un derecho fundamental y la alimentación saludable, que permita llevar una vida activa y sana, también. Comer saludablemente no debe ser un lujo. Esto es todavía más importante cuando un país pasa por una crisis económica y una inflación de precios. En ese momento es cuando desde el ámbito político se debe trabajar más que nunca para garantizar dicha seguridad alimentaria, procurando no afectar a ningún eslabón de la cadena: productores primarios —agricultura, pesca y ganadería, que son la base de nuestra alimentación— y consumidores finales.  

La alimentación es un derecho fundamental y la alimentación saludable, que permita llevar una vida activa y sana, también

La cesta básica de alimentos (CBA) es un indicador que permite medir las personas en riesgo de no poder adquirir los requerimientos básicos de alimentación y nutrientes necesarios. Por ello, es importante que sea una herramienta completamente desarrollada para que sea eficaz.  

La propuesta realizada por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), a pesar de ser un buen paso inicial, no establece una frecuencia de consumo recomendada, ni la cantidad de alimentos de cada uno de los recomendados que deben adquirirse. Tampoco marca el presupuesto real en tiempo real, estableciendo únicamente una orientación de 30 € de gastos semanales, una cantidad que se antoja insuficiente teniendo en cuenta el coste de la compra y la subida del IPC de los alimentos, que ha castigado de manera especial precisamente a productos saludables como el aceite de oliva, frutas, verduras, huevos, e incluyendo productos de higiene.  

Probablemente, la medida más factible sea la reducción del IVA de los alimentos que deben estar presentes en una dieta saludable, procurando que, aunque no estén todos, sí exista una variedad suficiente de cada grupo que evite la percepción de pobreza. Se puede plantear incluso, siguiendo el ejemplo de otros países y teniendo en cuenta las previsiones económicas, llegar al 0 % de IVA en estos alimentos.  

Dejar el precio en manos de los distribuidores puede llevar a una repercusión negativa sobre los productores de alimentos frescos: agricultores, pescadores y ganaderos.  

Entidades profesionales, científicas y tercer sector 

Es fundamental para la puesta en marcha de la cesta básica de alimentos contar con la presencia de entidades profesionales y científicas de dietistas y nutricionistas como profesionales de la salud de referencia, así como con organizaciones del tercer sector y humanitarias dedicadas a las personas en riesgo de vulnerabilidad, exclusión o con acceso limitado a los alimentos, sin olvidar a entidades representativas del sector agroalimentario.  

Desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas y la Academia Española de Nutrición y Dietética, además de elaborar el documento de posicionamiento “La Cesta Básica de Alimentos: una herramienta para disminuir las desigualdades en el acceso a alimentos básicos de la población española”, nos ponemos a disposición de los organismos políticos para aportar nuestros conocimientos y experiencia en alimentación, nutrición y guías dietéticas para la población, en la definición de una cesta básica de alimentos. 

Esta cesta debe cumplir con las recomendaciones dietéticas y hacerlo a un coste asequible para las personas con mayor riesgo de vulnerabilidad y exclusión social

Esta cesta debe cumplir con las recomendaciones dietéticas y hacerlo a un coste asequible para las personas con mayor riesgo de vulnerabilidad y exclusión social, así como a las personas con intolerancias como la celiaquía, a quienes el coste de los alimentos repercute de manera especial.  

El acceso a una dieta saludable no es algo que deba promoverse durante unas semanas, sino que debe ser permanente, garantizando la seguridad alimentaria. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), todas las personas deben tener en todo momento acceso físico, social y económico a alimentos suficientes, inocuos y nutritivos que satisfagan sus necesidades energéticas diarias y preferencias alimentarias para llevar una vida activa y sana.  

Alma Palau Ferré es presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN). Los datos y propuestas recogidos en este artículo forman parte del documento de posicionamiento elaborado por el CGCODN y la Academia Española de Nutrición y Dietética “La Cesta Básica de Alimentos: una herramienta para disminuir las desigualdades en el acceso a alimentos básicos de la población española”.  
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