Raffaele Bernardello
Investigador del departamento de Ciencias de la Tierra - Variabilidad y Cambio Climáticos del Barcelona Supercomputing Center
El Global Carbon Budget nos da la fotografía más completa posible de la evolución anual de las emisiones de carbono de origen antropogénico, así como de su reparto entre atmósfera, océano y vegetación terrestre. Se publica anualmente desde 2006 y es el resultado de un esfuerzo de síntesis de todos los mayores expertos mundiales en la materia.
Esta edición reporta, un año más, cómo las emisiones de CO2 originadas de combustibles fósiles siguen aumentando, en este caso, el 1,1 % con respecto al año anterior. Los niveles de emisiones alcanzados a lo largo del 2023 son ya un 1,4 % más altos de los que se registraron en 2019 (prepandemia). Las emisiones debidas al cambio de uso de la tierra (por ejemplo, deforestación) siguen un declive incierto que, sumado a la tendencia al alta de las emisiones de fuentes fósiles y considerado la última década, empieza a parecerse a un plateau [meseta] de la tendencia de las emisiones totales. Sin embargo, es importante destacar que la situación descrita en el Global Carbon Budget está muy lejos de lo que sería necesario para poder alcanzar el objetivo de limitar a 1,5 ºC el calentamiento global.
El estudio estima que, con los niveles de emisiones actuales, el límite de 1,5 ºC de calentamiento global se podría sobrepasar de manera persistente en tan solo siete años. La perspectiva de enfrentarnos a un periodo en el futuro cercano en el que la temperatura global esté por encima de ese límite es cada vez más segura. La única manera de limitar en intensidad y duración dicho periodo es una aceleración radical en la implementación de las políticas de transición energética hasta alcanzar cero emisiones netas, seguida de un rápido aumento en la implementación de tecnologías de captura de carbono de la atmósfera, las cuales, de momento, contrarrestan tan solo una millonésima parte de las emisiones de CO2 de origen fósil.