Un estudio publicado hoy en la revista Science Advances muestra que seres humanos actuales no necesitan transmisión cultural para elaborar herramientas primitivas.
Felipe Cuartero - herramientas
Felipe Cuartero Monteagudo
Técnico del Laboratorio de Arqueología Experimental y Tafonomía del CENIEH
Este artículo sobre el papel del aprendizaje en el desarrollo de técnicas de talla antiguas ofrece una perspectiva alternativa a estudios previos en los que se había puesto mayor peso al papel de la transmisión cultural. La metodología del experimento está planteada con una profunda reflexión sobre los mecanismos de innovación en la resolución de problemas.
No obstante, es de sobra conocido el carácter cortante del vidrio, material que se ofrece a los sujetos que participan en el experimento para facilitarles la producción de herramientas cortantes. Por tanto, ningún individuo participante en el experimento está exento de los sesgos culturales propios del acervo tecnológico y cultural de la sociedad contemporánea por mucho que estos pretendan obviarse.
Además, aunque el vidrio volcánico (obsidiana) fue tallado en algunos conjuntos con tecnología olduvayense, tal y como se esgrime en la discusión, este no es dominante ni tampoco está presente en los conjuntos más antiguos como Lomekwi (Kenia, 3,3 millones de años), ni en el caso citado en el trabajo, de Gona (Etiopía, 2,6 millones de años). Bajo mi punto de vista no se puede justificar el uso de este material, simplemente por una razón de control de variables, puesto que otros materiales sintéticos como el gres cerámico pueden simular de forma más precisa las características físicas de las rocas volcánicas como la traquita, la riolita y el basalto, y su identificación con las propiedades de corte es menos conocida.
A pesar de este sesgo sobre la elección de los materiales en el planteamiento del experimento es plausible suponer que los procesos de reinvención de una tecnología sencilla como es la olduvayense tuvieran lugar en alguna ocasión, aunque el experimento a mi juicio no consigue demostrarlo con suficiente solvencia. La experimentación sobre el comportamiento de individuos actuales simulando necesidades y soluciones pretéritas tiene, bajo mi punto de vista, poca relevancia. Creo que es preferible la experimentación sobre técnicas de talla con materiales precisos como las rocas citadas y partiendo de un registro amplio y cuantificado del uso de cada técnica en cada yacimiento. Solo con este procedimiento se puede establecer un buen correlato entre experimentación y útiles arqueológicos y resolver de manera eficiente la cuestión planteada en el tema de este trabajo.