Víctor Resco de Dios
Profesor de Ingeniería forestal y Cambio global de la Universidad de Lleida
”El tiempo está loco” es una frase que casi todos hemos pronunciado cuando pasamos bruscamente del calor al frío, o viceversa. El nuevo estudio demuestra científicamente cómo, efectivamente, el tiempo está cada vez más loco, y que el cambio climático está detrás de dicha locura creciente.
Cuando hablamos de cambio climático no nos estamos refiriendo únicamente a que haga más calor de media, sino a una desestabilización más general del sistema climático: más olas de calor (y de frío en algunos casos), más fenómenos extremos y una mayor volatilidad climática (o un tiempo cada vez más loco). Este año ha sido un buen ejemplo de este último caso, ya que hemos visto oscilaciones rápidas entre temperaturas primaverales e invernales. Esta volatilidad climática es un proceso al que no se le ha prestado demasiada atención hasta ahora y el estudio publicado es de los primeros que aborda la influencia del cambio climático sobre este fenómeno a nivel global.
El estudio muestra cómo la volatilidad climática irá en aumento como consecuencia del cambio climático. Las consecuencias para la agricultura pueden ser dramáticas, porque unos días de calor anticipado en invierno pueden favorecer la floración de muchas especies que, tras el regreso de las temperaturas gélidas unos días después, pueden destrozar la cosecha de ese año. Estos cambios bruscos de temperatura también tienen efectos graves para las infraestructuras, por la rápida dilatación y contracción en respuesta a estos cambios de temperaturas. La salud humana también puede sufrir por estos cambios bruscos en la temperatura, sobre todo en los grupos más vulnerables.