Autor/es reacciones

Roberto Barrella

Investigador de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia Comillas

Este estudio publicado en Nature Energy es de buena calidad, tanto por la metodología empleada como por el alcance temporal (2020-2050) y territorial (27 países europeos), y el análisis de escenarios alternativos.  

Por otro lado, el uso de encuestas paneuropeas como la Encuesta de Presupuestos Familiares (HBS) y la Exiobase 3.7 respalda la validez territorial de las conclusiones y deja espacio para una actualización de los resultados cada cinco años. Además, los métodos utilizados para estudiar las diferentes estrategias de reducción de emisiones son sólidos y el análisis marginal permite deslumbrar el efecto de diferentes características de los hogares en la posibilidad de tener un alto consumo energético.  

Esta asociación entre renta [alta] y consumo energético [alto] para el caso estudio español está respaldada por otros estudios previos, que además señalan que los hogares de baja renta son más vulnerables al fenómeno del infragasto energético por falta de asequibilidad, comúnmente llamado pobreza energética oculta.  

La limitación más importante podría ser la dificultad de explicar a la ciudadanía los beneficios de las estrategias analizadas. Un esfuerzo de traducción de estas reducciones de consumo y emisiones en termino monetarios, por un lado, y, de bienestar y confort, por el otro, podría facilitar esta tarea de divulgación. Por otro lado, el hecho de haber incluido en este estudio una metodología participativa como los talleres deliberativos es admirable y podría apoyar mucho la difícil tarea de transmitir estas políticas a la población, aunque los resultados descritos en el artículo se refieren principalmente al sector del transporte y la movilidad.  

Estos modelos son necesarios para estimar el impacto de diferentes estrategias de reducción del consumo y/o de las emisiones en los objetivos de los Estados miembros para la lucha al cambio climático. Sin embargo, es importante saber explicar a la ciudadanía la importancia de estas políticas para el futuro de nuestra sociedad y las ventajas que conllevarían para la economía doméstica o el bienestar de los hogares. En cuanto a su aplicación al caso español, hay herramientas y estudios previos que analizan el impacto tanto de cambios comportamentales como de medidas de eficiencia energética en la reducción del gasto energético de los hogares tanto en el ámbito doméstico como en el transporte. La misma [Estrategia a largo plazo para la rehabilitación energética en el sector de la edificación en España] ERESEE y el [Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030] PNIEC analizan la segunda categoría de medidas y miden también el impacto en termino de reducción de emisiones.

ES