Tara Spires-Jones
Directora del Centro para el Descubrimiento de las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo, jefa de grupo en el Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido y expresidenta de la Asociación Británica de Neurociencia
La noticia de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) de que lecanemab se recomienda para el tratamiento de algunas personas con enfermedad de Alzheimer en fase inicial traerá esperanza a las personas de toda Europa afectadas por el alzhéimer. Sin embargo, es importante señalar que este tratamiento no está disponible para todo el mundo y no es una cura, las personas que toman lecanemab siguen teniendo progresión de los síntomas, aunque más lentamente que las personas sin tratamiento. Además, el tratamiento conlleva el riesgo de inflamación o hemorragia cerebral, lo que significa que, además de las infusiones frecuentes del fármaco, las personas que toman lecanemab necesitan escáneres cerebrales para controlar los efectos secundarios.
El lecanemab es un anticuerpo que elimina la patología amiloide pegajosa del cerebro. En julio de 2024, la EMA decidió que los beneficios no superaban los riesgos del tratamiento; sin embargo, un nuevo reexamen de los datos por parte de su Comité de Medicamentos de Uso Humano revirtió esta opinión y recomienda conceder la autorización de comercialización para algunas personas. La recomendación es solo para las personas que no son portadoras de dos copias del gen de riesgo denominado apolipoproteína E épsilon 4 (APOE4). Las personas con dos copias del gen APOE4 corren un mayor riesgo de sufrir efectos secundarios potencialmente peligrosos. Aproximadamente 1 de cada 50 personas tiene 2 copias del gen APOE4 en la población general. La nueva conclusión de la EMA es que los beneficios del tratamiento con lecanemab superan los riesgos para las personas con cero o una copia del gen APOE4.