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Vanesa Castán Broto

Catedrática de Urbanismo Climático en la Universidad de Sheffield 

Los resultados del Global Carbon Budget 2022 son desesperanzadores. El informe explica que las emisiones de carbono se mantienen al alza, y que, de seguir así, nos llevará a un incremento en la temperatura media global hasta sobrepasar el límite de 1,5 ºC en solo 9 años. Este límite es significativo porque indica que el cambio climático va a alcanzar, en una sola década, una etapa muy destructiva. Como explicó el IPCC en el informe del Grupo de Trabajo II del AR6, publicado en febrero del 2022, cada incremento de temperatura, por pequeño que sea, reduce nuestra capacidad de adaptación al cambio climático.  

Sin embargo, este informe no demuestra una falta de acción total con respecto al cambio climático. De hecho, hay un interés generalizado en responder al cambio climático y hay evidencia de respuestas desde sectores públicos y privados, y desde ONGs, organizaciones comunitarias e individuos. Estos esfuerzos, sin embargo, no son suficientes. En mi opinión, estos esfuerzos voluntarios deben ser acompañados de acuerdos que regulen el uso de combustibles fósiles, especialmente a nivel global.  

Los datos del Global Carbon Budget tienen una nota positiva, porque demuestran que es posible avanzar en la trayectoria hasta cero-carbono en regiones como China y la Unión Europea. La Agencia Internacional de Energía también ha publicado recientemente el informe 2022 World Energy Outlook, que explica que las energías renovables siguen al alza. Sin embargo, los datos de países como los Estados Unidos son menos optimistas y muestran la necesidad, una vez más, de una alianza global para afrontar uno de los mayores problemas de nuestra generación. 

ES