Yolanda Revilla Novella
Directora del Laboratorio del Virus de la Peste Porcina Africana del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO)
Estos estudios demostrarían que el brote encontrado en los jabalíes no proviene de ninguno de los virus que se manejaban en el CReSA en el tiempo en el que se ha detectado el brote infeccioso de peste porcina africana y, por lo tanto, es perfectamente descartable.
El hecho de que el virus que se ha encontrado en jabalíes no se haya descrito hasta ahora no es de extrañar y no hay que pensar que ha surgido un nuevo virus, sino simplemente que existen muchas cepas de peste porcina africana circulando por el mundo que no están dentro de las bases consultadas porque en realidad no se han incorporado a dichas bases de datos.
Hay muchísimas cepas circulando por Europa y por Asia, y restos de esas cepas en algún alimento pueden haber llegado al lugar donde se han esos jabalíes infectados, porque el mundo es global, la gente se mueve mucho y puede transportar alimentos que estén contaminados. Por ejemplo, en Ucrania no se están incorporando a la base de datos las distintas cepas virales que están evolucionando en estos momentos allí libremente. No es tan raro pensar que puede ser una cepa que está circulando, pero que no se había contemplado en las bases de datos.
También hay que tener muy en cuenta que el virus de la peste porcina africana una de las cosas que suele hacer es evolucionar en la vida silvestre para adaptarse al huésped que infecta en ese momento —que en este caso son los jabalíes— y no matar al animal. Son cepas que atenúan la virulencia que tienen en origen de modo que los animales infectados no mueren. A mí no me extraña nada que la combinación de estos escenarios pueda haber provocado este brote. Ninguno de los virus que conocemos últimamente, por desgracia, son patógenos inamovibles, sino que adaptan su material genético a las condiciones que mejor les conviene a ellos.
El resultado es una buena noticia por muchas razones. Se ha puesto en tela de juicio una instalación de muchísima seguridad y confianza y, de paso, también a los profesionales. Tanto la Generalitat como la Comisión Europea han dicho que no había ninguna brecha en los protocolos de seguridad que justificase un escape después de haber inspeccionado la instalación.