Los primeros análisis genéticos de los virus de la peste porcina africana en Cataluña sugieren que la fuga del laboratorio es “altamente improbable”
La secuenciación del ADN del virus encontrado en los jabalíes infectados por la peste porcina africana en Cataluña y su comparación con el ADN de 17 de las 19 muestras con las que se investigaba en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (IRTA-CReSA) ha revelado que no coinciden, según han comunicado en rueda de prensa esta mañana representantes del equipo científico a cargo del estudio y de la consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat de Cataluña. Han considerado la fuga del laboratorio como “altamente improbable” aunque todavía hay más estudios en marcha. La investigación, liderada por el IRB, apunta a que podría pertenecer a una nueva cepa no descrita en la literatura científica.
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Christian Gortázar
Catedrático de Sanidad Animal en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y responsable del Grupo de Investigación en Sanidad y Biotecnología (SaBio) de la Universidad de Castilla-La Mancha
Lo que está claro es que lo que circula es un virus distinto a los que circulan en general en otros países de la Unión Europea y hay que ver si, como es esperable, ese virus distinto también tiene características epidemiológicas distintas. Por ejemplo, si tiene muchas modificaciones, muchas mutaciones, es posible que eso afecte a su transmisibilidad y, por tanto, al tiempo que pueden permanecer infecciosos los jabalíes infectados. Eso puede afectar a la dinámica del brote en el sentido de que todos los protocolos europeos de actuación frente a peste porcina africana están pensados para las variantes altamente patógenas que, en general, circulan por los demás países afectados de la Unión.
Es decir, si aquí tenemos un virus diferente, posiblemente tengamos que, de alguna forma, adaptarnos a esa nueva circunstancia. Eso es lo más importante, independientemente del origen del virus.
Vistos los resultados de esta secuenciación, que todavía parece que faltan algunos otros virus por analizar, y es posible que surjan más informaciones con el tiempo, de momento no hay nada concluyente sobre el origen. Sigue estando abierta la posibilidad de un origen vía introducción de algún producto contaminado, de algún alimento, producto cárnico contaminado, y yo no descartaría tampoco al cien por cien el posible origen del laboratorio.
Habrá que esperar y habrá que ver a qué conclusiones llegan también otros análisis que se están haciendo. Insisto, el fondo del origen no es tan importante como el hecho de enfrentarnos al problema y adaptarnos a esa situación un poco novedosa de un virus distinto.
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Yolanda Revilla Novella
Directora del Laboratorio del Virus de la Peste Porcina Africana del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO)
Estos estudios demostrarían que el brote encontrado en los jabalíes no proviene de ninguno de los virus que se manejaban en el CReSA en el tiempo en el que se ha detectado el brote infeccioso de peste porcina africana y, por lo tanto, es perfectamente descartable.
El hecho de que el virus que se ha encontrado en jabalíes no se haya descrito hasta ahora no es de extrañar y no hay que pensar que ha surgido un nuevo virus, sino simplemente que existen muchas cepas de peste porcina africana circulando por el mundo que no están dentro de las bases consultadas porque en realidad no se han incorporado a dichas bases de datos.
Hay muchísimas cepas circulando por Europa y por Asia, y restos de esas cepas en algún alimento pueden haber llegado al lugar donde se han esos jabalíes infectados, porque el mundo es global, la gente se mueve mucho y puede transportar alimentos que estén contaminados. Por ejemplo, en Ucrania no se están incorporando a la base de datos las distintas cepas virales que están evolucionando en estos momentos allí libremente. No es tan raro pensar que puede ser una cepa que está circulando, pero que no se había contemplado en las bases de datos.
También hay que tener muy en cuenta que el virus de la peste porcina africana una de las cosas que suele hacer es evolucionar en la vida silvestre para adaptarse al huésped que infecta en ese momento —que en este caso son los jabalíes— y no matar al animal. Son cepas que atenúan la virulencia que tienen en origen de modo que los animales infectados no mueren. A mí no me extraña nada que la combinación de estos escenarios pueda haber provocado este brote. Ninguno de los virus que conocemos últimamente, por desgracia, son patógenos inamovibles, sino que adaptan su material genético a las condiciones que mejor les conviene a ellos.
El resultado es una buena noticia por muchas razones. Se ha puesto en tela de juicio una instalación de muchísima seguridad y confianza y, de paso, también a los profesionales. Tanto la Generalitat como la Comisión Europea han dicho que no había ninguna brecha en los protocolos de seguridad que justificase un escape después de haber inspeccionado la instalación.