Adrián Pablos
Profesor de Paleontología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador afiliado en el CENIEH
Kevin Hatala y colaboradores han encontrado una serie de rastros de huellas indudablemente humanas y con una locomoción bípeda, junto con huellas de fauna al borde de un paleolago con una cronología de unos 1,5 millones de años. Se trata de, al menos, un rastro de algo más de diez huellas y otras huellas aisladas.
La principal novedad de este artículo (aparte de que son huellas hasta ahora desconocidas) es que entre esos rastros se observan dos patrones cinéticos de bipedismo diferentes. Es decir, dos formas diferentes de pisar. Ambas son bípedas con el dedo gordo del pie aducido típico del bipedismo y diferente de la pisada de los chimpancés. Esto les hace plantearse que pueden pertenecer a dos taxones diferentes con una biomecánica de la pisada diferente. Comparan con otras huellas del registro fósil africano de cronologías similares y observan que también existen dos patrones de pisada en diferentes yacimientos. Pero esta sería la primera vez que se observan ambos patrones en un mismo yacimiento.
Aquí viene la mayor limitación a la hora de estudiar huellas en yacimientos arqueológicos: es la de saber quién hizo esas huellas. En este caso, en el este de África se encuentran representados al menos dos taxones de humanos u homininos (H. ergaster/erectus y Paranthropus boisei). Homo ergaster es una especie de cuerpo más grande que los parantropos, que se asemejan a los australopitecos en cuanto al tamaño del cuerpo. Ambos grupos poblacionales habitan en la región en estas cronologías. El estudio cinemático y de tamaño de las huellas de este yacimiento del miembro KBS les permite asociarlo posiblemente a estos dos grupos. Cuando se echa un ojo al registro fósil de Homo erectus y Paranthropus boisei de la región en esas cronologías, curiosamente se observa que también hay dos morfologías diferentes en los diferentes huesos del pie. Por tanto, en Koobi Fora, alrededor de un lago hace 1,5 millones de años, tenemos dos tipos de huellas (en cuanto a cinética/biomecánica de la pisada y en cuanto al tamaño general). En la misma región hay al menos dos morfologías del pie de homininos diferentes que corresponden con una especie de cuerpo grande (H. erectus) y una especie de cuerpo pequeño (P. boisei). Lo más probable entonces es que ambos tipos de pisada estén hechos por estos dos tipos de homininos, lo que nos indica que ambos grupos humanos coexisten con requerimientos ecológicos y ambientales ligeramente diferentes. Los autores proponen en este punto una posible baja competitividad ecológica entre Paranthropus boisei y Homo erectus.