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África González-Fernández

Catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, investigadora del Instituto de investigación Galicia sur (IIS-GS) y académica de la RAFG

El sarampión no ha desaparecido en el mundo y, mientras siga circulando, debemos estar alerta. Produce una infección que puede ser desde leve hasta producir una encefalitis, con importantes secuelas y, en ocasiones, la muerte. Pero hay un efecto que produce sobre el sistema inmunitario que es producir una inmunosupresión, y las personas pueden infectarse con otros patógenos (infecciones respiratorias, diarreas, etc.), que también pueden ser muy graves. A este efecto que produce el virus del sarampión se le ha denominado ‘inmunoamnesia’ y puede mantenerse durante años tras la infección. La razón es porque el virus, aunque parece que infecta a la piel y se transmite por el aire, afecta también al sistema inmunitario, en concreto, destruyendo a células de memoria inmunitarias

España tiene una muy buena cobertura vacunal de las dos dosis recomendadas, pero no es así en otros países, y puede haber casos importados o infección en personas con un sistema inmunitario deprimido si viajan a países donde no hay buena cobertura de vacunación. Las personas que tienen más riesgo son los niños muy pequeños que aún no han sido vacunados y las personas inmunodeprimidas. 

Por ahora no parece preocupante en España, ya que han sido brotes aislados, y es importante destacar que ha infectado a personas no vacunadas. 

Dado que el virus del sarampión es muy contagioso, se necesita una cobertura vacunal de casi el 100 % para poder controlarlo. Los movimientos antivacunas y grupos religiosos están haciendo mucho daño en el control del sarampión. Ya se tenía bajo control y se pensó incluso que se podría erradicar, pero estos movimientos llevaron a muchas familias a no vacunas a sus hijos en diversos países (Israel, EE. UU., Francia…) incrementando de forma muy importante los casos de sarampión en sus países, y con brotes en otros países por el movimiento de personas infectadas. 

Hay que llamar a la tranquilidad, pero también a la responsabilidad de que todas las familias vacunen a sus hijos, ya que les estarán protegiendo de una enfermedad que, aunque no lo creamos, puede ser grave. 

La Organización Mundial de la Salud ha alertado de que el sarampión va en aumento tras la pandemia de covid-19, dado que muchos niños en el mundo no han sido vacunados. 

EEUU ha tenido varios brotes en distintos estados, sobre todo en 2019, lo que llevó a las autoridades a recomendaciones de vacunación frente al sarampión [mirar la gráfica incluida en el enlace]. 

ES