Carmen Romero Ferreiro
Doctora en Biología, vicedecana de Investigación en la Universidad Francisco de Vitoria y responsable de Investigación del Grado de Nutrición
Este estudio es sin duda un avance más en el conocimiento del efecto negativo de los ultraprocesados en la salud, en este caso en aspectos cognitivos.
Es el primer estudio que relaciona el consumo de ultraprocesados con el deterioro cognitivo. La evaluación del deterioro cognitivo en esta investigación se llevó a cabo a través de pruebas que evaluaban la memoria y las funciones ejecutivas. Se evaluaron los cambios en estas pruebas a lo largo del tiempo, con un seguimiento de entre 6 y 10 años.
Los resultados apuntan a que las personas con mayor consumo de ultraprocesados tienen un deterioro cognitivo más rápido en el tiempo. En concreto, reportan una tasa de deterioro un 28% más rápida en comparación con aquellos que consumían menor cantidad de alimentos ultraprocesados. Puesto que la función cognitiva intacta es clave para envejecer con éxito, estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de reducir el consumo de este tipo de alimentos para mantener la salud cognitiva a largo plazo.
El estudio es original y se basa en una muestra grande pero no completamente representativa de la población, puesto que solo incluye funcionarios públicos de edad adulta. La metodología empleada es buena y tiene en cuenta los principales factores de confusión, aunque existen algunas limitaciones en el estudio, como por ejemplo que solo se recogieron datos de dieta al inicio del estudio y no a lo largo del seguimiento, ignorándose así los posibles cambios en los hábitos alimentarios que pudieron tener los sujetos.