Cristina Santín Nuño
Científica titular del CSIC y jefa del Departamento de Biodiversidad y Cambio Global del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo-CSIC)
Con tantos días de ola de calor y riesgo alto de incendio, ¿es normal que haya tantos incendios a la vez o se sale de habitual?
“Es esperable. Después de una primavera tan húmeda como la de este año en la que la vegetación ha crecido mucho, ahora nos encontramos con una situación de calor extremo, vientos fuertes y mucho tiempo (en algunos casos varios meses) sin lluvia. Si sumamos a esto que es relativamente fácil que en algún lugar haya una chispa que empiece un incendio (bien por tormentas secas, negligencias y accidentes o incluso por causas provocadas), tenemos todos los ingredientes para el “cóctel molotov” que estamos viendo ahora mismo no solo en España sino también en otros países mediterráneos”.
¿Qué perspectivas hay de su evolución?
“Va a depender mucho de lo que haga el tiempo en los próximos días. No podemos olvidar que, en muchos casos, cuando los incendios son muy grandes, rápidos e intensos, no se pueden controlar totalmente por muchos medios de extinción que se dediquen a ellos. En principio, parece que la ola de calor actual va a empezar a remitir en un par de días, así que eso podría dar una tregua. Con un ambiente tan seco y un paisaje tan inflamable como el que tenemos ahora, hay que extremar las precauciones para evitar que negligencias o accidentes comiencen incendios que ya no solo causan grandes problemas medioambientales, sino que ponen en peligro a la población”.
¿Qué valoración hace de los incendios de lo que llevamos de verano?
“Personalmente, hoy es un día triste para mí porque soy del Bierzo y allí ha quemado Las Médulas, paraje bellísimo con castaños centenarios y patrimonio de la humanidad de la Unesco. En España nos enfrentamos a una nueva realidad de incendios forestales, porque nuestros paisajes han cambiado mucho las últimas décadas (hay más vegetación susceptible de arder) y ahora, el cambio climático está haciendo que haya más oportunidades en las que estos paisajes pueden quemarse de forma más generalizada, intensa y peligrosa. Hay muchas cosas por hacer, como mejorar la prevención de incendios y también, mejorar la comunicación y que los habitantes de las zonas rurales tengan claro lo que tienen que hacer en estas situaciones”.