Esther López-García
Profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, presidenta del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad (NAOS) y miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología
En este estudio se analiza la asociación entre el consumo de diferentes combinaciones de aditivos utilizados en la industria alimentaria y el riesgo de desarrollar diabetes. Los investigadores han examinado la información de más de 100.000 personas en Francia, que han reportado su consumo habitual de alimentos procesados, y de ahí han calculado los aditivos consumidos. Los principales resultados son que las combinaciones de aditivos que se encuentran en los caldos y las salsas, y las combinaciones de las bebidas edulcoradas, tanto con edulcorantes artificiales como con azúcares, se asociaban a mayor riesgo de diabetes después de siete años de comenzar el estudio.
Este trabajo es muy relevante porque identifica combinaciones concretas de aditivos alimentarios que tienen un efecto perjudicial y que explican hallazgos previos que asociaban el consumo de comida ultraprocesada con mayor riesgo de diabetes. Los datos proceden de un estudio poblacional, con información real de lo que consumen los participantes de forma habitual. Esto es una ventaja porque se examinan alimentos que realmente consume la población y se ve su efecto años después de este consumo, que se presupone habitual.
Las limitaciones de este estudio tienen que ver con que es posible que los participantes cambien su dieta a lo largo de los años de seguimiento y esta información no se ha recogido. La otra limitación es que, al ser un estudio poblacional, no se puede asegurar que otros factores que también se asocian con el consumo de estos aditivos puedas tener un papel en el desarrollo de la diabetes y, por tanto, los aditivos puedan no ser los causantes reales de la enfermedad.
Las implicaciones de los resultados son que es posible que aditivos que han sido aprobados por cumplir criterios de seguridad de acuerdo con la legislación alimentaria, en ciertas combinaciones utilizadas para preparar alimentos procesados, puedan ser realmente perjudiciales para la salud.