Esther López-García
Profesora de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid, presidenta del Observatorio de la Nutrición y de Estudio de la Obesidad (NAOS) y miembro del Grupo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología
El estudio del impacto de la dieta para prevenir el envejecimiento no saludable y la longevidad es motivo de estudio en la actualidad. Se han utilizado diferentes aproximaciones, por ejemplo, examinar si una dieta habitual concreta, mantenida en el tiempo se asocia con menor riesgo de sufrir fragilidad o discapacidad años después, o si un patrón de dieta con mayor número de alimentos de origen vegetal se asocia con una muerte más tardía en comparación con las personas que seguían un patrón de dieta diferente.
En este trabajo, los investigadores utilizan un ensayo clínico para entender el impacto de un patrón dietético puramente vegetariano y un patrón dietético saludable omnívoro. Se realizó con 21 [pares de] gemelos, para que sexo, edad o factores genéticos heredados no alterasen la comparación de los efectos de la intervención. Durante ocho semanas, les proporcionaron alimentos e instrucciones para que mantuvieran estos patrones dietéticos. La variable resultado que aproximaba el envejecimiento fue el grado de metilación del ADN de las células sanguíneas después de las ocho semanas y el cálculo de un indicador llamado ‘reloj epigenético’, que es capaz de resumir el grado de ‘envejecimiento’ de las células mediante una serie de parámetros que se pueden medir. Encontraron que los participantes que habían seguido una dieta vegetariana presentaban menor metilación y menor grado de envejecimiento celular.
La originalidad de este estudio reside en que se asocian diferentes patrones de dieta con marcadores celulares de procesos que llevan al envejecimiento celular. De esta forma, se confirma que la dieta actúa alterando mecanismos biológicos concretos que llevan a un mejor o peor envejecimiento. Sin embargo, a pesar del atractivo de la conclusión, este tipo de trabajo no es capaz de examinar el efecto de la dieta vegetariana o la omnívora a largo plazo. Además, para concluir que una dieta se asocia a un envejecimiento saludable o a mayor longevidad, necesitamos ver cómo estas dietas se asocian con problemas reales de salud en las personas mayores o cómo se asocian con morir más o menos tarde. Para ello, los estudios de grandes poblaciones seguidas durante muchos años (estudios de cohortes) siguen siendo imprescindibles y la base para hacer recomendaciones dietéticas a la población. Este trabajo es insuficiente para recomendar a la población seguir dietas vegetarianas.