Fermín Sánchez-Guijo Martín
Jefe del Servicio de Hematología en el Hospital Universitario de Salamanca y catedrático de Medicina en la Universidad de Salamanca
El estudio está realizado por un grupo cooperativo multidisciplinar coordinado por el doctor Álvarez-Vallina, con una tecnología que han desarrollado en los últimos años: los linfocitos T productores de anticuerpos biespecíficos, que hacen de puente entre la célula tumoral y los linfocitos T. En este estudio se analiza de forma pormenorizada, tanto in vitro como en un modelo animal de mieloma múltiple, los efectos de estas células denominadas STAb-T (por su acrónimo en inglés engineered T-cells secreting bispecific T-cell Engager antibodies) productoras de anticuerpos biespecíficos frente a un antígeno presente en las células plasmáticas (BCMA) y frente a CD3 (presente en los linfocitos T). Los resultados son favorables y superiores a los de las células CAR-T en estos modelos. El trabajo, por tanto, sienta las bases para un potencial desarrollo clínico de esta estrategia en pacientes con mieloma múltiple.
La estrategia de las células STAb-T es novedosa y, en este modelo in vitro, parece tener ciertas ventajas en relación con los propios linfocitos CAR-T sobre líneas celulares tumorales de mieloma y en el modelo animal empleado, basadas en una mayor citotoxicidad y una reducción de los potenciales mecanismos de resistencia. Sin embargo, dado que las células STAb-T no se han empleado aún en pacientes, no es posible aún valorar sus potenciales implicaciones en el tratamiento del mieloma ni cómo podría encajar en el panorama terapéutico actual. Se necesitan, además, datos de toxicidad.
Como en todos los trabajos científicos, siempre hay limitaciones y hay que ser cautos a la hora de valorar las potenciales implicaciones clínicas de este trabajo, pues esta tecnología está en una fase muy preliminar de su desarrollo, como se ha mencionado. Las principales limitaciones del trabajo son que los estudios in vitro se han realizado con líneas celulares tumorales y en un modelo animal inmunodeprimido, como han resaltado también los autores.
En el momento actual, la terapia dirigida contra la diana BCMA está bien consolidada para el tratamiento de los pacientes con mieloma, en forma de linfocitos CAR-T, anticuerpos biespecíficos y conjugados, desde fases avanzadas de la enfermedad donde ya están aprobados a líneas más precoces e incluso ante el nuevo diagnóstico, donde están en desarrollo. Esta nueva opción es muy atractiva, pero requiere demostrar eficacia cuanto menos comparable a lo que ya existe y con un perfil de seguridad que sea óptimo para los pacientes.