Carles Lalueza-Fox
Director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona y especialista en técnicas de recuperación de ADN en restos del pasado
La principal novedad del estudio es constreñir el episodio de mezcla con neandertales de forma muy precisa a menos de 50.000 años y confirmar que todos los humanos modernos actuales muestran las señales de este mismo episodio.
Las consecuencias más interesantes se derivan, sin embargo, de otros aspectos colaterales; primero, como los humanos en Asia y Australasia, que tienen señales de mezcla con denisovanos, también tienen la señal común de neandertal, eso significa que el mismo episodio con los denisovanos todavía es más reciente. Y segundo, como hay restos fósiles atribuidos a humanos modernos en Asia (no solo en China, también en Laos y Filipinas) anteriores a 50.000 años, estos tienen que corresponder a una salida anterior fuera de África que, por motivos que desconocemos, no dejaron huellas genómicas en los humanos actuales.
Seguramente lo más interesante para el futuro sería intentar recuperar ADN de algunos de estos primeros Homo sapiens asiáticos, para entender en qué se diferenciaban de los que salieron, también de África, al cabo de unas pocas decenas de miles de años. Aunque no llegaran hasta la actualidad, sería interesante saber si en su momento también se cruzaron con neandertales o denisovanos. El panorama de esta época en Asia es ciertamente complejo y creo que tiene que ser explorado en su conjunto.