Un equipo de investigadores ha analizado más de 300 genomas de humanos de los últimos 50.000 años y ha concluido que la mayor parte del flujo genético que recibimos de los neandertales es atribuible a un único periodo, que probablemente se produjo hace entre 50.500 y 43.500 años. Además, la herencia neandertal se sometió a una rápida selección natural en las generaciones posteriores, especialmente en el cromosoma X, según el estudio publicado en Science.
Marín - Neandertales
Ana B. Marín Arroyo
Profesora titular de Prehistoria y directora del Grupo EvoAdapta en la Universidad de Cantabria
En los últimos años, los estudios paleogenéticos están proporcionando datos de mayor resolución sobre uno de los periodos más relevantes de nuestra evolución, que es el declive de las poblaciones neandertales y la aparición de nuestra especie. Los primeros estudios paleogenéticos ya demostraron que tuvimos descendencia fértil con neandertales y que neandertales también se hibridaron con denisovanos, algo que no resulta visible en el registro de los fósiles humanos hallados hasta el momento.
Este trabajo publicado en la revista Science confirma que se produjo un único flujo genético de neandertales a los primeros representantes de nuestra especie en Europa hace entre 50 y 43.000 años, confirmando lo que las evidencias arqueológicas ya indicaban sobre la coincidencia espacio-temporal de ambas especies en el continente. Además, arroja luz sobre cómo diferentes genes neandertales relacionados con la pigmentación de la piel, el sistema inmunitario o el desarrollo metabólico pudieron resultar beneficiosos para nuestra salud y adaptaciones biológicas a un entorno climáticamente inestable.
En definitiva, este estudio confirma genéticamente el momento de interacción entre neandertales y nuestra especie a finales del Pleistoceno y cómo sus genes han dejado una huella permanente en lo que hoy somos como especie.
Fox - Neandertales
Carles Lalueza-Fox
Director del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona y especialista en técnicas de recuperación de ADN en restos del pasado
La principal novedad del estudio es constreñir el episodio de mezcla con neandertales de forma muy precisa a menos de 50.000 años y confirmar que todos los humanos modernos actuales muestran las señales de este mismo episodio.
Las consecuencias más interesantes se derivan, sin embargo, de otros aspectos colaterales; primero, como los humanos en Asia y Australasia, que tienen señales de mezcla con denisovanos, también tienen la señal común de neandertal, eso significa que el mismo episodio con los denisovanos todavía es más reciente. Y segundo, como hay restos fósiles atribuidos a humanos modernos en Asia (no solo en China, también en Laos y Filipinas) anteriores a 50.000 años, estos tienen que corresponder a una salida anterior fuera de África que, por motivos que desconocemos, no dejaron huellas genómicas en los humanos actuales.
Seguramente lo más interesante para el futuro sería intentar recuperar ADN de algunos de estos primeros Homo sapiens asiáticos, para entender en qué se diferenciaban de los que salieron, también de África, al cabo de unas pocas decenas de miles de años. Aunque no llegaran hasta la actualidad, sería interesante saber si en su momento también se cruzaron con neandertales o denisovanos. El panorama de esta época en Asia es ciertamente complejo y creo que tiene que ser explorado en su conjunto.
Rosas - Neandertales
Antonio Rosas
Profesor de investigación del departamento de Paleobiología en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC
Este trabajo aborda el fenómeno de la hibridación entre neandertales y humanos modernos. Se trata de un estudio que incluye un gran volumen de datos de información genómica, tanto de poblaciones actuales como, de manera más importante, de humanos del pasado. El trabajo, muy sólido en su estructura y desarrollo, confirma un buen número de resultados previos relacionados con:
- El momento de la hibridación (entre hace 50.500 y 43.500 años).
- El número de eventos híbridos (solo uno en las poblaciones posteriores a hace 40.000 años).
- El efecto de la conservación de genes neandertales en nuestros cromosomas.
En este último punto se ratifica la idea de que la selección negativa (eliminación) de segmentos cromosómicos neandertales ocurrió de manera muy rápida, inmediatamente después del evento de hibridación. Este barrido de herencia neandertal en nuestros cromosomas dio lugar a los llamados ‘desiertos genéticos’. Por otro lado, y en sentido contrario, se confirma que todos los humanos de procedencia no africana conservamos entre un 1 % y un 2 % de ADN neandertal, cuyas funciones están esencialmente relacionadas con la pigmentación de la piel, el metabolismo y el sistema inmunitario.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos
Iasi et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Humanos