Gustavo del Real
Científico titular en departamento de Biotecnología del INIA-CSIC
Este trabajo describe de forma clara y minuciosa todos los pasos de control epidemiológico llevados a cabo en relación con el brote gripe aviar surgido en una granja de gallinas de Castilla-La Mancha, causado por la cepa de alta virulencia del subtipo H5N1.
Este virus ha ocasionado múltiples focos de infección sin precedentes en Europa y América durante el periodo 2021-2022. Como se comenta en el artículo, en España se han contabilizado, hasta enero de este año, 193 focos de infección con esta cepa H5N1 en aves de corral y silvestres. Excepcionalmente, uno de estos focos se ha producido en una granja de visones en Galicia, causando especial alarma por el hecho singular que supone la transmisión de dicho virus desde las aves a un mamífero.
Este “salto de especie” constituye un cambio cualitativo que podría implicar cierta adaptación del virus a proliferar no solo en aves, sino también en especies de mamíferos, con lo que eso supone para los humanos.
Por eso, en este caso, como en todos los brotes de gripe aviar de alta virulencia en los que hay una implicación directa de personas –como los granjeros o el personal aplicado en las tareas de sacrificio de las aves y en la desinfección de las granjas afectadas–, la normativa oficial obliga a vigilarles estrechamente por si hubiera habido infección. Esta vigilancia comprende el seguimiento de la salud de dichas personas y, en caso de que se manifieste algún síntoma sospechoso, el análisis virológico (PCR) y/o serológico (presencia de anticuerpos específicos de H5N1), para confirmar o descartar una posible infección.
En este caso, la PCR de una de las muestras (hisopo nasofaríngeo) tomada a uno de los granjeros a los dos días del brote fue positiva. Afortunadamente, la repetición de la prueba 11 días después resultó negativa, así como otra prueba de anticuerpos. Además, el trabajador estuvo sin síntomas durante todo ese tiempo, por lo que se descartó la infección por el H5N1. Asimismo, otro trabajador implicado en las tareas de desmantelamiento de la granja también dio positivo con la PCR con una muestra tomada 25 días después del brote, pero la segunda muestra, tomada 6 días después de la primera, ya fue negativa. Tampoco tuvo signos clínicos sospechosos. El valor de las PCR positivas de ambas personas indicaba una baja carga viral.
En resumen, se concluye que las PCR positivas son producto de una contaminación ambiental y no de una infección completa o “productiva”. Es decir, aparentemente, no ha habido proliferación significativa en las células humanas y la positividad es consecuencia de la altísima sensibilidad de la prueba. Hay que destacar que la concentración de partículas del virus en el aire o en las instalaciones de la granja afectada puede llegar a ser inmensa dada la gran cantidad de aves afectadas, decenas de miles, que liberan virus al exterior. Hay que destacar que los operarios estaban provistos de los uniformes y aditamentos de bioseguridad reglamentarios y que cumplían con los protocolos establecidos.
El desenlace de este brote viral muestra que, de momento, este virus H5N1 tiene escasa capacidad de transmitirse eficientemente a humanos y que es necesaria la vigilancia continua y sistemática en las aves silvestres y domésticas para detectar a tiempo la posible mutación del virus hacia formas capaces de infectar eficazmente a humanos o a otras especies animales.
Estos resultados concitan la discusión de la idoneidad de hacer la prueba PCR a las personas relacionadas con el brote cuando no presentan sintomatología clínica específica. Así se evitarían resultados equívocos y dificultades en la interpretación y en la implementación de las medidas adecuadas. De hecho, la normativa europea no lo aconseja y así lo aplican las autoridades sanitarias españolas desde marzo de 2022.
Este episodio ilustra el buen funcionamiento de la operativa epidemiológica pública y veterinaria en España, que es capaz de detectar, sanear y controlar brotes de patógenos zoonóticos de alta virulencia con potencial riesgo para los humanos y otras especies animales.