Iván Fernández Vega
Profesor Titular de Anatomía Patológica de la Universidad de Oviedo, director científico del Biobanco del Principado de Asturias (BioPA) y coordinador del hub de Organoides de la plataforma de Biomodelos y Biobancos del ISCIII
¿Qué le parece el artículo en global?
“El artículo es de gran calidad, está publicado en Nature Medicine y describe de manera muy rigurosa el primer trasplante de pulmón de cerdo genéticamente modificado a un ser humano en muerte cerebral. Los autores detallan con precisión tanto el procedimiento quirúrgico como el seguimiento inmunológico y patológico, lo que aporta confianza en la solidez de los datos. Se trata de un trabajo pionero, muy relevante y bien ejecutado.
El grupo de la Guangzhou Medical University (China), liderado por Jianxing He, tiene una destacada trayectoria en cirugía torácica, trasplante pulmonar clínico y producción científica de alto impacto. Los autores detallan con precisión tanto el procedimiento quirúrgico como un seguimiento muy detallado en cuatro planos (funcional, radiológico, inmunológico y patológico), lo que da solidez a los datos”.
¿Cómo encaja con la evidencia existente y qué novedades aporta? ¿Qué implicaciones podría tener?
“La novedad es que se trata del primer trasplante de pulmón porcino con seis modificaciones genéticas a un humano en muerte cerebral. El injerto se mantuvo viable y funcional durante 216 horas (nueve días), sin rechazo hiperagudo; eso sí, con edema temprano y señales de rechazo mediado por anticuerpos en días 3–6, con recuperación parcial al día 9. Es la primera evidencia humana en pulmón y confirma la factibilidad técnica, aunque persisten retos de edema, rechazo e infección. Además de los trabajos previos en corazón y riñón, recientemente también se publicó un xenotrasplante de hígado de cerdo a humano (xenotrasplante auxiliar heterotópico) en muerte cerebral (Nature, 2025). En ese estudio el órgano se mantuvo funcional durante 10 días, con producción de bilis y albúmina de origen porcino y sin rechazo inmediato.
Estos trabajos refuerzan que la xenotrasplantación entra en una fase experimental clínica con resultados reproducibles en varios órganos, cada uno con desafíos específicos (por ejemplo, PGD o disfunción primaria del injerto y barreras inmunológicas particulares en pulmón; hemodinámica y coagulación en hígado). En ambos estudios se emplearon cerdos con seis modificaciones (GGTA1, B4GALNT2, CMAH KO + hCD46, hCD55, hTBM), proporcionados por Chengdu Clonorgan Biotechnology, lo que sugiere una plataforma genética convergente para minimizar rechazo hiperagudo y disfunción endotelial”.
¿Hay limitaciones importantes que haya que tener en cuenta?
“El estudio presenta limitaciones importantes que conviene señalar y que están explícitamente reconocidas por los autores en el propio artículo. En primer lugar, el trasplante se realizó en un paciente en muerte cerebral, lo que significa que los resultados no son directamente extrapolables a personas vivas, ya que no se puede valorar ni la tolerancia clínica ni los efectos secundarios reales del procedimiento. Además, el seguimiento se limitó a nueve días, por lo que desconocemos cómo evolucionaría el injerto a medio y largo plazo y si aparecerían complicaciones adicionales como el rechazo crónico o infecciones tardías.
Otro aspecto clave es que el pulmón presentó desde muy temprano una disfunción primaria del injerto (PGD), con un edema severo a las 24 horas, que comprometió su función desde el inicio. A esto se sumó la aparición de rechazo humoral precoz, con depósitos de anticuerpos y activación del complemento a partir del tercer día, lo que muestra que la barrera inmunológica sigue siendo un desafío considerable. También debe destacarse que se empleó un régimen de inmunosupresión extremadamente intenso y complejo, difícilmente aplicable en la práctica clínica con pacientes vivos debido a su toxicidad y al riesgo de infecciones. En este sentido, aunque no se detectaron infecciones activas graves, sí aparecieron trazas de virus porcinos latentes, lo que indica que la seguridad microbiológica todavía no está plenamente garantizada.
Finalmente, se trata de un único caso, lo que limita la generalización de los resultados y obliga a ser cautelosos hasta que se repliquen en más estudios”.