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María José González

Profesora agregada e investigadora en el grupo de investigación en Sociodemografía (DemoSoc) del departamento de Ciencias Políticas y Sociales y del Centro de Estudios de Género (CdGE) de la UPF

Este artículo analiza la experiencia de la paternidad desde la perspectiva de los padres, un tema que, según las autoras, ha sido ampliamente desatendido en la investigación. En concreto, examina la transición a la paternidad y su impacto en la salud mental y el bienestar emocional y social de los padres, así como su percepción de acompañamiento en el período perinatal. Es importante destacar que el estudio no emplea datos primarios, sino que constituye un metaanálisis basado en los hallazgos de 37 artículos académicos, de los cuales sintetiza las principales conclusiones. Esto implica que el artículo no se fundamenta en una muestra estadística representativa de padres, sino que recoge algunas de las narrativas expresadas por hombres entrevistados, las cuales no son representativas del conjunto de padres de sus respectivos países. Las autoras señalan que en los estudios analizados predomina el perfil del varón británico, blanco, de alto nivel educativo y mayor de 25 años.    

A mi entender, este estudio no permite hacer generalizaciones como que "los hombres suelen tener dificultades en la transición a la paternidad" porque no disponen de una muestra representativa de padres y los padres analizados corresponden a muestras sesgadas. Sin embargo, a partir de este estudio emergen narrativas interesantes, como la queja recurrente de los padres acerca de sentirse excluidos de las clases de preparación al parto y del apoyo destinado a las mujeres embarazadas. Sin embargo, los resultados de este metaestudio, que evidencian la angustia de los padres durante el primer año y sus dificultades para establecer un vínculo adecuado, deben entenderse en un contexto más amplio, como las significativas diferencias de género en el sistema de licencias parentales. En el caso del Reino Unido, por ejemplo, las madres trabajadoras tienen derecho a 52 semanas de licencia por maternidad, mientras que los padres solo disponen de una o dos semanas de licencia por paternidad. Por lo tanto, el sistema establece una norma social según la cual la madre se convierte en la principal responsable del cuidado durante la primera infancia. El estudio tampoco ofrece un análisis contextual de las desigualdades estructurales de género en el mercado laboral, las cuales facilitarían una comprensión más profunda de la distancia que se genera en las parejas con la llegada de los hijos. 

ES