María José Sanz
Directora del BC3 (Centro Vasco de Investigación sobre Cambio Climático)
Se trata del tercer año de esta iniciativa y, sobre todo, pone de manifiesto la importancia de tener series de datos mejores, más coherentes y de mejor calidad. Ello permite mejorar las estimaciones de los indicadores seleccionados, así como entender mejor los verdaderos drivers de los cambios que estamos observando. Tal es el ejemplo reciente del impacto de los aerosoles antropogénicos en la variabilidad climática o la importancia de la no linealidad del calentamiento de las masas de oceánicas y su influencia en el clima. La complejidad del sistema climático y la interacción con los sistemas humanos es grande y debemos mejorar y actualizar nuestros conocimientos si queremos dar con las soluciones para ralentizar sus efectos negativos y adaptarnos. Y para ello, estos análisis son importantes porque nos encontramos con dinámicas que se están acercando a umbrales peligrosos.
Se trata de un estudio que, además, reconoce las limitaciones del análisis y lo hace de forma trasparente. Pone de manifiesto que existen discrepancias entre las fuentes de datos que hay que identificar y entender, respetando que los objetivos con los que se obtienen pueden condicionar su uso y ello no implica que sean erróneos, pero no pueden ser integrados necesariamente. Los recientes pasos de la comunidad científica en esta dirección son alentadores.
Por último, los mensajes son claros: las emisiones siguen incrementándose y el sistema climático se está desestabilizando de formas que cada vez comprendemos mejor pero no del todo. Ello solo nos puede llevar a la urgencia en la acción y a asumir que hay consecuencias que ya no podemos evitar.