Autor/es reacciones

El artículo de Saint-André et al. demuestra que el tabaquismo altera sustancialmente la respuesta inmunitaria, tanto inespecífica como específica. Es muy sorprendente que, mientras que las alteraciones producidas en la respuesta inespecífica revierten tras abandonar este hábito, alcanzando así la normalidad, los importantes cambios observados en la respuesta específica se mantienen durante años después de dejar de fumar. Los autores demuestran, además, que estos cambios son la consecuencia de modificaciones inducidas por el tabaco en los mecanismos de regulación de importantes genes del sistema inmunitario, y si el tabaco afectase de manera parecida a la regulación de otros genes distintos a los estudiados, ello podría explicar por qué el tabaco es un factor de riesgo tan importante en el desarrollo de tumores en órganos distintos al pulmón. 

Es un trabajo de gran calidad llevado a cabo con rigor científico y los resultados obtenidos son de una gran relevancia médica. No obstante, y en tanto que la amplia población estudiada fue deliberadamente homogénea, nos queda por saber si estos hallazgos se encontrarían también en otras personas con perfiles raciales diferentes al de la cohorte seleccionada.

ES