Autor/es reacciones

Montserrat Marqués Bueno

Investigadora en el Laboratorio de Toxicología y Salud Medioambiental, departamento de Ciencias Médicas Básicas de la Universitat Rovira i Virgili

El estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado en Jama Network Open destaca por su sólida calidad, respaldada por una muestra amplia de 1.134 madres e hijos de seis países europeos y un análisis exhaustivo de la exposición prenatal a 45 disruptores endocrinos. Las conclusiones se fundamentan en datos detallados obtenidos a través de muestras biológicas y un seguimiento clínico de los niños entre 6 y 11 años, lo que robustece la validez de los resultados.

Este estudio contribuye al campo al explorar el impacto combinado de diversos disruptores endocrinos en la salud metabólica, revelando que la exposición prenatal a una mezcla de estos compuestos se asocia con un mayor riesgo de síndrome metabólico en la infancia, con diferencias destacadas por compuestos y sexo. A diferencia de estudios previos, este trabajo ha podido considerar las diferencias de dieta y estilo de vida a nivel europeo y amplía la batería de disruptores endocrinos analizados, además de abordar las mezclas, reflejando con mayor precisión la realidad de la exposición a múltiples sustancias químicas. Sin embargo, como limitación, se reconoce la dificultad para establecer una relación causal definitiva debido a la naturaleza observacional del estudio y la influencia de otros factores ambientales y genéticos.

En términos prácticos, estos hallazgos subrayan la importancia de reducir la exposición a disruptores endocrinos durante el embarazo y la necesidad de proporcionar información protocolizada para su mitigación. Actualmente, si bien las embarazadas suelen recibir recomendaciones sobre alimentos a evitar, como quesos sin pasteurizar o alimentos crudos, para minimizar el riesgo de contaminación microbiológica, existe una carencia generalizada en cuanto a la concienciación sobre la exposición a disruptores endocrinos, como el BPA presente en alimentos enlatados o los parabenos utilizados como conservantes en los productos de cuidado e higiene personal. No obstante, la responsabilidad no debe recaer únicamente en la población; es esencial que se implementen políticas de salud pública y regulaciones más estrictas para salvaguardar la salud metabólica de las futuras generaciones.

ES