Quique Bassat
Director general e ICREA research professor en el Instituto de Salud Global Barcelona (ISGlobal)
Sin querer alarmar a nadie, los casos de sarampión detectados en España, así como los de otras enfermedades infecciosas prevenibles por vacunas, tienen relación con las anomalías de circulación y transmisión de patógenos experimentadas durante la pandemia. Estos efectos, descritos en la literatura, por ejemplo, para el virus respiratorio sincitial (VRS), tienen que ver con una mayor vulnerabilidad —aunque temporal— de determinadas poblaciones a infectarse después de haber estado poco expuestas durante los años de pandemia. La mejor protección en estos casos es reforzar los esquemas y coberturas vacunales, por lo menos para aquellas infecciosas para las que contamos con vacunas.