Salvador Peiró
Epidemiólogo, investigador en el Área de Investigación en Servicios de Salud y Farmacoepidemiología de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunidad Valenciana (FISABIO) y director de Gaceta Sanitaria, revista científica de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS)
Que el Congreso haya ‘tumbado’ hoy el proyecto de Ley que hubiera creado la Agencia Estatal de Salud Pública no es una buena noticia por lo que supondrá de demora en la puesta en marcha de una institución necesaria para la protección de la salud en el territorio español.
Desde la perspectiva de salud pública, el mundo se está complicando mucho. Cambio climático, desertización, migraciones, movilidad internacional, incremento de las desigualdades, desregulación tecnológica, industrialización de la producción animal son, entre otros, importantes riesgos de incremento de enfermedades transmisibles y no transmisibles. También se incrementan los riesgos bélicos y las estructuras de salud pública son esenciales en defensa. La retirada de Estados Unidos de las organizaciones internacionales de protección de la salud, el desmantelamiento de sus estructuras científicas y de salud pública, y la negación de las estrategias de base científica en ese país incrementan estos riesgos. Sobre todo, en EE.UU., pero en un mundo global los problemas en ese país nos afectarán a todos.
Un mundo complicado en el que, hoy más que nunca, necesitamos, entre otras cosas, una Agencia Estatal de Salud Pública. Malo para todos.