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África González-Fernández

Catedrática de Inmunología de la Universidad de Vigo, investigadora del Instituto de investigación Galicia sur (IIS-GS) y académica de la RAFG

El estudio hay que tomarlo con mucha cautela. Detecto algunos aspectos que considero que deberían tenerse en cuenta.  

El título induce a error, ya que da a entender que la sucralosa tiene efectos negativos sobre la respuesta inmunitaria celular T, cuando lo que han estudiado son dosis muy altas, muy superiores a las de una dieta normal en un humano.  

Hay que tener en cuenta que en los animales tratados no mostraban ninguna alteración en sus componentes inmunitarios y la mayor parte de los hallazgos han sido con las células cultivadas in vitro.  

Por otra parte, echo en falta que no hayan hecho estudios de respuesta inmunitaria frente a patógenos como virus, por ejemplo, donde la respuesta inmunitaria celular es esencial –junto a la de los linfocitos B, que se diferencian a células plasmáticas productoras de anticuerpos. Se han centrado en modelos tumorales y de autoinmunidad.  

No han determinado a través de qué mecanismo tiene ese efecto tan localizado en los linfocitos T y sobre sus membranas celulares. Es una vía a explorar. 

La novedad que aporta es muy discutible, teniendo en cuenta que el trabajo emplea dosis mucho más altas que las que se pueden tomar en una dieta normal en consumo humano, por lo que las implicaciones desde el punto de vista de la dieta en humanos son muy escasas.  Todo, absolutamente todo, en determinadas dosis puede ser tóxico. Los resultados que obtienen con esas dosis tan altas muestran una afectación exclusiva de las células T en unos modelos animales concretos, con disminución de la respuesta antitumoral y un efecto potencialmente beneficioso en cuanto a la autoinmunidad (probaron un modelo de diabetes).  

El estudio tiene, por tanto, muchas limitaciones. Por una parte, la dosis empleada, que no es fisiológica; el hecho de que sea en un modelo animal (ratón); el tiempo de administración y el hecho de que los ensayos sean in vitro.   

Considero que estos datos deben tomarse con mucha cautela y no hacer una extrapolación directa a lo que podría ocurrir en humanos. Hay cientos de estudios llevados a cabo con este agente y, excepto cambios en la microbiota, no se ha demostrado que tenga problemas para la salud humana. Es seguro, no carcinogénico y no afecta al sistema inmunitario.

ES