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Reacciones: el edulcorante sucralosa en dosis altas reduce la respuesta inmunitaria en ratones

Un estudio realizado en ratones ha encontrado que dosis altas del edulcorante sucralosa pueden reducir la respuesta inmunitaria y alterar, en ciertas condiciones de laboratorio, su acción frente a infecciones o tumores. Los resultados se publican en la revista Nature. 

15/03/2023 - 17:00 CET
 
sucralosa

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Reacciones

Sucralosa - África González

África González-Fernández

Catedrática de Inmunología, investigadora del Centro de Investigaciones Biomédicas (CINBIO) 

Science Media Centre España

El estudio hay que tomarlo con mucha cautela. Detecto algunos aspectos que considero que deberían tenerse en cuenta.  

El título induce a error, ya que da a entender que la sucralosa tiene efectos negativos sobre la respuesta inmunitaria celular T, cuando lo que han estudiado son dosis muy altas, muy superiores a las de una dieta normal en un humano.  

Hay que tener en cuenta que en los animales tratados no mostraban ninguna alteración en sus componentes inmunitarios y la mayor parte de los hallazgos han sido con las células cultivadas in vitro.  

Por otra parte, echo en falta que no hayan hecho estudios de respuesta inmunitaria frente a patógenos como virus, por ejemplo, donde la respuesta inmunitaria celular es esencial –junto a la de los linfocitos B, que se diferencian a células plasmáticas productoras de anticuerpos. Se han centrado en modelos tumorales y de autoinmunidad.  

No han determinado a través de qué mecanismo tiene ese efecto tan localizado en los linfocitos T y sobre sus membranas celulares. Es una vía a explorar. 

La novedad que aporta es muy discutible, teniendo en cuenta que el trabajo emplea dosis mucho más altas que las que se pueden tomar en una dieta normal en consumo humano, por lo que las implicaciones desde el punto de vista de la dieta en humanos son muy escasas.  Todo, absolutamente todo, en determinadas dosis puede ser tóxico. Los resultados que obtienen con esas dosis tan altas muestran una afectación exclusiva de las células T en unos modelos animales concretos, con disminución de la respuesta antitumoral y un efecto potencialmente beneficioso en cuanto a la autoinmunidad (probaron un modelo de diabetes).  

El estudio tiene, por tanto, muchas limitaciones. Por una parte, la dosis empleada, que no es fisiológica; el hecho de que sea en un modelo animal (ratón); el tiempo de administración y el hecho de que los ensayos sean in vitro.   

Considero que estos datos deben tomarse con mucha cautela y no hacer una extrapolación directa a lo que podría ocurrir en humanos. Hay cientos de estudios llevados a cabo con este agente y, excepto cambios en la microbiota, no se ha demostrado que tenga problemas para la salud humana. Es seguro, no carcinogénico y no afecta al sistema inmunitario.

Declara no tener conflicto de interés
ES

Sucralosa - Oliver Jones

Oliver Jones

Catedrático de Química de la Universidad RMIT (Australia)

Science Media Centre España

Parece que los edulcorantes artificiales están teniendo mala prensa últimamente. El mes pasado oímos hablar mucho de una posible asociación (no demostrada) entre el eritritol y un mayor riesgo de coagulación de la sangre y ahora oímos que la sucralosa puede afectar al sistema inmunitario pero, ¿es así?  

La sucralosa es probablemente el edulcorante artificial más utilizado en todo el mundo y se ha debatido sobre sus posibles efectos en las bacterias que viven en el intestino y/o sobre cómo se descompone por encima de los 120 ºC. Los datos sobre ambos aspectos son limitados. No hay pruebas concluyentes de que la sucralosa, el eritritol o cualquier otro edulcorante común sean otra cosa que muy seguros.  

El trabajo de Zani et al. es el primero que he visto sobre los posibles efectos de la sucralosa en el sistema inmunitario. Creo que el trabajo es detallado e interesante. Sin embargo, es importante destacar que, como señalan los propios autores, el trabajo no demuestra que el consumo normal de sucralosa pueda afectar al sistema inmunitario. Los efectos observados en el trabajo fueron mínimos y solo se encontraron en dosis muy altas, muy por encima de lo que una persona comería en un día (o posiblemente varios días). Además, el estudio se realizó solo en ratones, que no son minihumanos y no siempre responden a las sustancias químicas de la misma manera que nosotros. El número de animales utilizados en el trabajo también es bastante bajo, por lo que los resultados deben considerarse indicativos, no concluyentes. 

En resumen, aunque se trata de un trabajo inteligente y cuenta una historia bioquímica interesante, no creo que haya que alarmarse por estos resultados.

No declara conflicto de interés
ES

Sucralosa - Rafael Urrialde

Rafael Urrialde de Andrés

Profesor en la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid y en la facultad de Farmacia de la Universidad San Pablo-CEU, y vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nutrición

Science Media Centre España

Es un estudio interesante, aunque con la limitación de haberse realizado en ratones. Es imprescindible, no solo con edulcorantes, sino con el resto de todos los aditivos e ingredientes de productos alimenticios, realizar estudios in vivo en humanos, sobre todo a nivel de microbiota intestinal, tanto de forma aislada como en combinación con otros ingredientes o alimentos y bebidas, que es como realmente se consumen en la dieta alimentaria. Es lo que se llama estudios de dieta total y de forma longitudinal.  

Además, este tipo de estudios tienen que hacer que se replantee la forma de evaluación de seguridad y salubridad, para profundizar más en datos biológicos aparte de los toxicológicos.  

Por otro lado, como también se indica en el estudio, los efectos detectados en cambio no se han visto ni con acesulfamo-k ni con sacarina. Por tanto, esto refuerza también el hecho de que los estudios deben ser caso por caso y que no se pueden extrapolar efectos, ni positivos ni negativos, de unos aditivos a otros y en este caso de unos edulcorantes a otros.  

Además, una de las posibles situaciones limitantes frente a lo que es el umbral de la ingesta diaria admisible, que además depende de zonas o territorios —no es la misma la aprobada por la EFSA que por la FDA—, serían los efectos a largo plazo, pues la misma se calcula para una vida de 60-70 años y los estudios realizados son de corto espacio de tiempo.  

Por otro lado, la sucralosa es uno de los edulcorantes más utilizados en los productos alimenticios, como comprobamos en un estudio publicado en 2021 en la revista Frontiers in Nutrition. Está presente en: néctares de fruta, bebidas refrescantes, bebidas para deportistas, bebidas energéticas, bebidas a base de café e infusiones, cereales de desayuno y bollería, yogures, leches fermentadas, bebidas lácteas, quesos, salsas y condimentos, fruta en conserva, golosinas y gomas de mascar, postres y pastelería, chocolates, mermeladas, edulcorantes de mesa, complementos alimenticios. Según otros estudios en los que he participado, como la revisión realizada por un equipo de científicos españoles y publicada en la revista Nutrients en 2022, los edulcorantes que podrían tener un efecto sobre la microbiota intestinal serían la sucralosa y la sacarina. 

Todo indica que cada vez hay que separar más las evaluaciones y estudios de unos edulcorantes y otros, así como ver y analizar de forma separada cada uno de ellos y no extrapolar conclusiones de forma genérica a todo el grupo de este tipo de aditivos, tanto si son de síntesis como si son de extracción y purificación de origen natural. El conocimiento científico-técnico va avanzando y todo esto debe hacer que los programas de aprobación y autorización, así como de reevaluación, de todos los aditivos y de los edulcorantes en particular estén coordinados y dirigidos por los Comités Científicos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria en coordinación con el Comité Mixto FAO y OMS y con otras agencias de seguridad alimentaria, tanto de otros países europeos como, por ejemplo, de Estados Unidos, Australia, Canadá, Japón, países latinoamericanos, etc. Sobre todo, para diferenciar claramente lo que son estudios observacionales que no implican causalidad de los estudios in vivo con modelos animales y los que podrían realizarse en humanos. 

Las dosis son posibles pero probablemente altas y difícilmente se alcanzarían en humanos de forma continuada todos los días. El problema además es la adaptación fisiológica: no olvidemos que no es la misma en ratones que en humanos. Por otro lado, hay que tener en cuenta la frecuencia y tiempo de exposición de consumo, así como la administración (en este caso era agua con la sucralosa). Probablemente uno de los aspectos a estudiar en el futuro sea analizar el comportamiento de la sucralosa de forma aislada y el que se produce en las distintas matrices alimentarias, porque la absorción puede ser diferente, así como la posible utilización en este caso de la sucralosa por parte de la microbiota intestinal. Este ha sido el posible efecto que se ha visto con este edulcorante con consecuencias sobre otros aspectos fisiológicos, probablemente modulados por la flora intestinal. En el estudio, por ejemplo, queda claro que la sucralosa en ratones no afecta al incremento de masa corporal, ni a los niveles de insulina ni a la tolerancia a la glucosa. En el caso de la microbiota intestinal, como plasmamos en la revisión publicada en 2022, en algunos casos parece que sí afecta y en otros que no, lo que hace que se tengan que realizar muchos más estudios para poder determinar y valorar la evidencia científica.

Desde 1986 hasta 1992 trabajé en la Facultad de Ciencias Biológicas en la Cátedra de Fisiología Vegetal como Colaborador y desarrollando el trabajo de mi tesis Doctoral. En el año 1991-1992 estuve con una estancia en el Instituto del Frío del Consejo Superior de Investigaciones Científicas como Colaborador Científico en la Unidad de Congelaciones Vegetales. Desde el año 1992 a 2000 trabajé en una Asociación de Consumidores, en la Unión de Consumidores de España y en la Revista de Consumo Ciudadano (editada por 5 asociaciones de consumidores), fui el Director de Alimentación y Salud y el Director Técnico, respectivamente. De 2000 a 2006 trabajé en Puleva siendo el Director de Seguridad Alimentaria y Salud. De 2006 a 2020 en Coca-Cola Iberia como Subdirector de Asuntos Científicos y Regulatorios y posteriormente como Director de Nutrición y Salud. Desde 2020 soy Profesor en diferentes Facultades de distintas Universidades: Facultad de Biológicas de la UCM, Facultad de Farmacia de la USP CEU, Facultad de Enfermería de la Universidad de Valladolid y colaboro en distintos másteres de alimentación biología vegetal aplicada y seguridad alimentaria de la Facultad de Veterinaria de la UCM, de la Facultades del Campus de Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla y de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada. Soy miembro o socio de distintas sociedades científicas: Sociedad Española de Seguridad Alimentaria-SESAL, Sociedad Española de Nutrición Comunitaria-SENC, Academia Española de Nutrición y Dietética-AEND, Sociedad Española de Nutrición-SEÑ, Sociedad Española de Medicina del Deporte y miembro del Patronato de la Fundación Española de la Nutrición-FEN. Además, soy Académico Numerario de la Real Academia Europea de Doctores-RAED y Académico de Honor de la Academia Española de Nutrición y Dietética, Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Medicina del Deporte y Vocal de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nutrición-SEÑ. Desde marzo de 2020 no tengo ningún conflicto de interés porque no tengo relación contractual ni de ningún tipo con ninguna empresa alimentaria, ni de la transformación ni de la distribución, ni farmacéutica. Solo he colaborado con Asociaciones de Consumidores y Sociedades Científicas o estoy como miembro de Comité Científico Asesor en algunas plataformas de información.

ES

Sucralosa - Óscar de la Calle Martín

Óscar de la Calle-Martín

Médico especialista en Inmunología en el Hospital de Sant Pau de Barcelona y secretario de la Sociedad Española de Inmunología

Science Media Centre España

El estudio es serio y riguroso, como no debería de ser de otro modo, dado que se ha publicado en una de las revistas científicas más importantes del mundo. Que el estudio ha sido revisado en profundidad por el equipo editorial y se analizado por pares se puede concluir al ver la fecha en la que se sometió originalmente (2021) y en la que ha sido considerado aceptable para su publicación (2023); rara vez pasa más de un año en este proceso. Esto sugiere que los autores se han visto obligados a realizar múltiples experimentos adicionales, probablemente los que se han hecho en células humanas, y en el modelo de diabetes animal. 

Las conclusiones están bien documentadas por un variado grupo de experimentos en cada caso. La evidencia de los controles también es irrefutable. El efecto inmunosupresor de la sucralosa tiene que ver con la función y la diferenciación de las células T y no afecta al resto de elementos del sistema inmune. 

La evidencia actual señala que la sustitución de los azucares naturales (glucosa y sacarosa, la fructosa es un caso aparte) por los edulcorantes artificiales (sacarina, aspartamo, ciclamato) no tiene efectos beneficiosos, ni siquiera para proteger contra la obesidad, sino más bien todo lo contrario. En el caso de la sucralosa, un potentísimo edulcorante artificial, además encontramos un efecto inmunosupresor, lo que bastaría para cuestionar su uso en alimentación humana. 

Los límites no solo los han tenido en cuenta los autores con múltiples experimentos realizados, sino también los editores y revisores que han obligado a los primeros a introducir nuevos sets de experimentos, así como controles probablemente utilizando células humanas. El rango de dosis utilizado en los ratones probablemente genera unos niveles de sucralosa parecidos a los que se pueden obtener con la ingesta de alimentos que contienen este edulcorante sintético. Por todo esto se deberían hacer estudios en personas que ingieren grandes cantidades de sucralosa y qué efecto tiene en su sistema inmune. Asimismo, el posible beneficio que se obtendría con la ingesta de sucralosa en personas con enfermedades autoinmunes se tendría que explorar. El modelo elegido de diabetes no resulta útil para los pacientes diabéticos en la actualidad.

Declara no tener conflicto de interés
ES
Publicaciones
The dietary sweetener sucralose is a negative modulator of T cell-mediated responses
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Estudio experimental
  • Animales
Revista
Nature
Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Estudio experimental
  • Animales
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