Óscar de la Calle-Martín
Médico especialista en Inmunología en el Hospital de Sant Pau de Barcelona y secretario de la Sociedad Española de Inmunología
El estudio es serio y riguroso, como no debería de ser de otro modo, dado que se ha publicado en una de las revistas científicas más importantes del mundo. Que el estudio ha sido revisado en profundidad por el equipo editorial y se analizado por pares se puede concluir al ver la fecha en la que se sometió originalmente (2021) y en la que ha sido considerado aceptable para su publicación (2023); rara vez pasa más de un año en este proceso. Esto sugiere que los autores se han visto obligados a realizar múltiples experimentos adicionales, probablemente los que se han hecho en células humanas, y en el modelo de diabetes animal.
Las conclusiones están bien documentadas por un variado grupo de experimentos en cada caso. La evidencia de los controles también es irrefutable. El efecto inmunosupresor de la sucralosa tiene que ver con la función y la diferenciación de las células T y no afecta al resto de elementos del sistema inmune.
La evidencia actual señala que la sustitución de los azucares naturales (glucosa y sacarosa, la fructosa es un caso aparte) por los edulcorantes artificiales (sacarina, aspartamo, ciclamato) no tiene efectos beneficiosos, ni siquiera para proteger contra la obesidad, sino más bien todo lo contrario. En el caso de la sucralosa, un potentísimo edulcorante artificial, además encontramos un efecto inmunosupresor, lo que bastaría para cuestionar su uso en alimentación humana.
Los límites no solo los han tenido en cuenta los autores con múltiples experimentos realizados, sino también los editores y revisores que han obligado a los primeros a introducir nuevos sets de experimentos, así como controles probablemente utilizando células humanas. El rango de dosis utilizado en los ratones probablemente genera unos niveles de sucralosa parecidos a los que se pueden obtener con la ingesta de alimentos que contienen este edulcorante sintético. Por todo esto se deberían hacer estudios en personas que ingieren grandes cantidades de sucralosa y qué efecto tiene en su sistema inmune. Asimismo, el posible beneficio que se obtendría con la ingesta de sucralosa en personas con enfermedades autoinmunes se tendría que explorar. El modelo elegido de diabetes no resulta útil para los pacientes diabéticos en la actualidad.