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Ursula Höfle

Profesora contratada doctora, miembro del Grupo SaBio del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos IREC (CSIC-UCLM-JCCM)

Un estudio publicado en Eurosurveillance fruto de la colaboración entre las autoridades de Sanidad animal y Salud pública esclarece los casos conocidos de detección de virus de influenza aviar altamente patógeno H5N1 en humanos en España. El estudio relata cómo en el curso de las investigaciones asociadas a un brote de influenza aviar en una granja de pollos, dos trabajadores dieron positivo a la detección de material genético de este virus en hisopos nasofaríngeos durante la revisión inicial de todos los trabajadores de la granja o que hubieran estado implicados en el sacrificio de las aves y la posterior limpieza. También relata que los trabajadores no presentaban síntomas y que todas las pruebas siguientes resultaron negativas. Además, los trabajadores no desarrollaron anticuerpos frente al virus.  

El estudio pone el hecho en el contexto de la actual epizootia por este virus en aves silvestres y domésticas en Europa y en España, y proporciona las referencias para acceder a las secuencias obtenidas en las detecciones en los trabajadores y aves de la granja. También realiza una comparación entre las secuencias obtenidas de las aves de las granjas y de los trabajadores en búsqueda de algún signo de adaptación del virus al hospedador humano, encontrando solo tres diferencias a las que no atribuyen efectos sobre la transmisibilidad o patogenicidad del virus.  

Concluyen que no se trató de una infección como tal (que implica entrada del virus en las células del tracto respiratorio y replicación y amplificación, y esto a su vez habría generado una respuesta en anticuerpos de las personas). Postulan que más bien lo que se ha detectado es una posible contaminación ambiental (material genético del virus presente en polvo depositado en el tracto respiratorio de los trabajadores), y que para no crear falsas alarmas es necesario emplear protocolos de vigilancia que detecten solo infecciones reales como tales. 

Se trata de un estudio transparente y sólido que evidencia claramente las ventajas y los inconvenientes de las herramientas moleculares extremadamente sensibles y precisas que tenemos hoy en día a mano para el diagnóstico de determinadas infecciones. Evidencia que los resultados que se obtienen mediante estas pruebas solo se pueden interpretar en contexto con la situación sobre el terreno y con cuándo y cómo se han tomado dichas muestras. 

El estudio está en línea con los datos que afirman que hasta la fecha no hay una adaptación del virus para infectar al ser humano ni para transmitirse entre personas. Subraya la importancia de distinguir entre la detección de material genético de un patógeno y la confirmación de una infección real.  

El estudio muestra que es muy importante no confundir detección de material genético con una infección. Nos hemos acostumbrado a la reacción de polimerasa en cadena (PCR) como medio de diagnóstico debido a la covid-19, sin embargo, realmente una PCR positiva por sí sola no confirma más que el fragmento específico del material genético de lo que estamos buscando está presente. Es decir, no confirma en sí una infección, ya que el patógeno en cuestión puede estar solamente en la superficie sin poder causar una infección real, en el ambiente, o puede estar completamente degradado incapaz de replicarse. Para hablar de una infección es necesario interpretar el resultado de la PCR en conjunto con otros datos como la presencia de síntomas, otra PCR espaciada en el tiempo que vuelve a detectar el agente o incluso un aislamiento o el desarrollo de anticuerpos.  

El estudio señala que, al implementar el análisis de las personas expuestas por su trabajo de forma genérica, se detecta material genético del virus que puede estar en el ambiente o incluso en la cavidad nasal o la laringe del paciente en combinación con partículas de polvo inhaladas, y que si se considera una PCR positiva diagnóstica se puede crear una falsa alarma. 

Veo dos implicaciones directas. Por una parte, el número de “casos” humanos causados por H5N1 se reduce, ya que no se confirma en los dos individuos de este estudio, aunque por otro lado sí confirma la exposición. Esto debería reforzar la aceptación de la necesidad de seguir las medidas de bioseguridad y protección personal de todos los trabajadores de granjas.  

Por otra parte, los resultados del estudio son una llamada a la cautela y a la importancia del diseño de los programas de vigilancia y de la correcta interpretación de los datos. En este caso, si muestras de personas asintomáticas expuestas se toman y analizan demasiado temprano se pueden malinterpretar como infección/transmisión a humanos, resultados que únicamente se deben a la gran eficacia de las técnicas de diagnóstico actualmente disponibles. 

ES