¿Cómo puedo distinguir los mosquitos invasores?
Existen miles de especies de mosquitos, pero no es necesario tener un doctorado en entomología para poder distinguir a las invasoras que más preocupan por ser de las pocas que transmiten enfermedades. Estas pertenecen todas al género Aedes y son cuatro: mosquito tigre (Aedes albopictus), mosquito de la fiebre amarilla (Aedes aegypti), mosquito del Japón (Aedes japonicus) y mosquito de Corea (Aedes koreicus).
La aplicación Mosquito Alert —recientemente incluida en el Plan Nacional de Prevención, Vigilancia y Control de las enfermedades transmitidas por vectores del Ministerio de Sanidad— permite registrar picaduras y lugares de cría, pero también cuenta con una guía para identificar las especies. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) ofrece recursos más detallados también orientados al ciudadano medio.
En pocas palabras, los mosquitos del género Aedes son oscuros o negros, mientras que el mosquito común (Culex pipiens) es marrón. Para hilar más fino y diferenciar entre especies es necesario mirar con más detalle los patrones que tienen en su tórax y patas.
¿Por qué son peligrosos?
El mosquito es el animal más letal del mundo: mientras que mueren unas diez personas al año por ataques de tiburón, más de 725.000 fallecen por las enfermedades que transmiten estos insectos. La más peligrosa de ellas es la malaria, que acaba con más de 600.000 vidas todos los años.
Las especies invasoras que interesan en España se caracterizan por transmitir enfermedades causadas por virus —conocidos como arbovirus—. Las más importantes son el dengue, el zika, el chikunguña, la fiebre amarilla y la fiebre del Nilo Occidental. También la dirofilariasis, provocada por un nematodo parásito.
Estas enfermedades no son endémicas de España y los casos detectados suelen provenir de personas infectadas en otros países. Sin embargo, los investigadores temen que el cambio climático y la globalización hagan que esto cambie: por ejemplo, ya se han detectado varios casos de dengue autóctono.
¿De dónde salen los mosquitos?
Sin agua no hay vida, pero todavía menos hay mosquitos: estos insectos requieren pequeños volúmenes de agua para completar su ciclo vital, ya que las hembras aprovechan para poner los huevos allí. Estos eclosionan en larvas acuáticas, que a su vez dan paso a pupas, de las que salen nuevos mosquitos.
En otras palabras: a los mosquitos les encanta el agua estancada. Macetas, el cubo de la fregona, bebedores de mascotas, tuberías rotas, aires acondicionados, lonas, piscinas y cualquier otro objeto que pueda acumular agua tiene el potencial de convertirse en un criadero de mosquitos. La lucha contra los mosquitos empieza aquí, y podemos evitar que críen en nuestras casas vigilando y vaciando recipientes con agua estancada.
¿Cuándo hay más mosquitos y cuándo pican más?
Estos animales dependen de la temperatura, las lluvias y la humedad. Por eso, en Europa la actividad de los mosquitos es estacional: su punto álgido se alcanza en verano.
Que verano equivale a mosquitos forma parte del saber popular, pero el horario de trabajo y las apetencias de los mosquitos son menos conocidos. El mosquito común (recordemos, marrón) pica sobre todo de noche. Las cuatro especies invasoras, sin embargo, lo hacen de día, al amanecer y al atardecer.
¿Cómo puedo evitar que me pique un mosquito?
Los remedios para evitar que nos piquen los mosquitos se dividen entre los que funcionan y los que no. En este último grupo de productos ineficaces se incluyen las pulseras y los dispositivos con ultrasonidos.
Una manera eficaz de que los mosquitos entren en casa consiste en instalar mosquiteras en las ventanas. Una vez dentro, el insecticida puede acabar con ellos —ya sea en formato de espray o de dosificador conectado al enchufe; en este último caso hay que vigilar el recipiente para cambiarlo cuando se agote—.
Si estamos en la calle o vamos a hacer una excursión podemos recurrir al repelente, que habrá que reaplicar según las instrucciones del fabricante.
¿Qué puedo hacer si me pica uno?
Lo normal es que, si nos pica un mosquito en España, sea de la especie que sea, no suceda nada más allá de la molestia que supone la picadura. En este caso los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan lavar el área con agua y jabón, aplicar hielo durante diez minutos y aplicar crema antihistamínica contra las picaduras.
De momento es improbable que un mosquito que nos haya picado en España nos transmita alguna enfermedad, pero este riesgo aumenta en otros países —que incluyen Sudamérica, África y el sudeste asiático—. En ese caso debemos vigilar síntomas como la fiebre, el dolor de articulaciones, de cabeza, muscular o de cuello, las erupciones en la piel, vómitos y diarrea y acudir a un médico en caso de que sea necesario.
¿Por qué se habla cada vez más de las enfermedades transmitidas por mosquitos?
Tres factores han provocado la expansión mundial de los mosquitos causantes de enfermedades en las últimas décadas.
En primer lugar, la globalización. Los viajes son cada vez más rápidos y permiten llegar a países más alejados, y las zonas tropicales y subtropicales se han convertido en destinos turísticos frecuentes. Como solo hace falta que un mosquito infecte a un viajero infectado para empezar a transmitir la enfermedad en otro país, esto supone un riesgo para la expansión de enfermedades.
En segundo lugar, la urbanización. Las poblaciones humanas y su densidad han aumentado. También la deforestación, las explotaciones agrícolas y ganaderas y la alteración de ecosistemas. La combinación de agua estancada y de muchos seres humanos juntos supone el caldo de cultivo perfecto para los mosquitos.
En tercer lugar, el cambio climático. Los mosquitos y los virus que portan dependen de factores como el clima. Por eso los investigadores consideran que el aumento de las temperaturas favorecerá la expansión de estas enfermedades a lugares donde hasta ahora no han sido endémicas.