Cristina Santín Nuño
Científica titular del CSIC y jefa del Departamento de Biodiversidad y Cambio Global del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (Universidad de Oviedo-CSIC)
La nota de prensa refleja el estudio con precisión. El estudio es de buena calidad, lo único que me llama la atención es que, a pesar de tener ‘cambio climático’ en su título, no hacen ningún tipo de análisis que relacione directamente sus resultados con el calentamiento global. Es decir, los autores ven que en los últimos años han aumentado los incendios extremos a nivel global y entienden que esto está relacionado al cambio climático. Aunque no haya duda de que los dos fenómenos están relacionados (al menos yo no la tengo), hubiera estado bien que presentaran algún análisis demostrándolo.
Este trabajo viene a corroborar lo que ya sabemos: el problema de los incendios se está agravando en muchas regiones del mundo. Dicho problema no es que haya más o menos fuego en el mundo, sino que los incendios se están concentrando en algunas regiones y son cada vez más grandes e intensos. Esto aumenta su peligrosidad tanto para la sociedad como para el medio ambiente.
La metodología del trabajo es correcta. Los hotspots de MODIS son ampliamente utilizados para este tipo de estudios. De hecho, dos de los tres autores de este estudio ya habían llevado a cabo un análisis similar para una serie temporal más corta (2002-2013), pero en ese caso no habían encontrado tendencias (Bowman et al. 2017 Nature Ecology & Evolution).
Cada vez nos enfrentamos a fuegos más extremos, grandes y peligrosos, muchos de los cuales están ‘por encima de la capacidad de extinción’. Es decir, no se pueden apagar con medios humanos (se acaban apagando cuando cambia el tiempo y/o cuando llegan a zonas en la que no hay más vegetación para quemar). Estos incendios queman enormes superficies en muy poco tiempo y a muy alta intensidad, por lo que son muy peligrosos tanto para los dispositivos de extinción como para las personas que viven en esas zonas. Además, sus consecuencias ambientales suelen ser también muy negativas ya que al ecosistema le cuesta mucho recuperarse.
El tipo de incendio al que nos enfrentamos está cambiando. Es importante que nosotros, como sociedad, seamos conscientes de esto y sepamos cómo actuar. No saber hacerlo, no prepararnos para ello, nos puede costar mucho: vidas humanas, desastres medioambientales y grandes pérdidas económicas.