Eduard Vieta
Catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Barcelona, jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona e investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM)
El artículo tiene cierto interés, aunque los resultados no son particularmente novedosos. Se trata de un estudio basado en una cohorte de estudiantes universitarios suecos. El estudio es correcto metodológicamente e indica que aquellos estudiantes que refieren niveles altos de procrastinación (es decir, los que no practican eso de "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”) acaban, con el tiempo, refiriendo mayores problemas de salud mental de la esfera de la depresión, ansiedad, y somatizaciones.
Los resultados no son sorprendentes y, como limitación, el estudio se basa solamente en los síntomas reportados por los propios estudiantes, lo que favorece la identificación de síntomas y conductas internalizantes, pero no externalizantes. Los resultados apuntan a que la identificación de conductas de procrastinación permitiría identificar precozmente algunos problemas de salud mental. Es lo mismo que ocurre con el insomnio, por ejemplo, que se sabe que es un predictor de mala salud mental presente y futura, aunque algo inespecífico.