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Elisa Pérez Ramírez

Investigadora en el departamento de Enfermedades infecciosas y Salud global del Centro de Investigación en Sanidad Animal CISA-INIA, CSIC
 

Se trata de un artículo muy sólido llevado a cabo por un grupo de reconocido prestigio en el área de la investigación sobre virus de gripe aviar. 

Los resultados tienen gran relevancia por su repercusión en sanidad animal y salud pública en el contexto de una alerta sanitaria muy relevante y de máxima actualidad: la gripe aviar H5N1. 

Desde finales de 2020 este virus ha provocado la muerte de millones de aves de corral en todo el mundo y cientos de miles de aves silvestres. De hecho, estamos viviendo la mayor epidemia de gripe aviar de la historia. El impacto en la industria avícola y en la fauna silvestre ha sido devastador. Además, el virus ha ido adquiriendo progresivamente una mayor capacidad para saltar a los mamíferos, primero silvestres (con mortalidades masivas de mamíferos marinos en Sudamérica, por ejemplo), después visones en granjas peleteras en España y Finlandia, brotes en gatos domésticos y finalmente, el salto más inesperado y probablemente el más preocupante: el ganado vacuno lechero en Estados Unidos. Nunca antes se había detectado este subtipo en rumiantes, por lo que estamos ante un escenario completamente nuevo con muchos interrogantes. Desde finales de marzo, cuando se confirmó la presencia del virus en el primer rebaño en Texas, el virus se ha ido extendiendo de forma imparable por todo el país, llegando a afectar a 141 granjas en 12 estados.  

En este contexto se sitúa este estudio, que trata de responder algunas preguntas clave relacionadas con el potencial del virus aislado en vacas para transmitirse entre mamíferos por diferentes vías. 

Los autores confirman que el virus H5N1 de las vacas (que pertenece a un genotipo específico llamado B3.13) puede causar infección sistémica en ratones. Los ratones se infectan con facilidad tanto por vía oral (ingiriendo la leche de vacas infectadas), como por vía intranasal (inoculando el virus en los orificios nasales). La infección por ambas vías causa enfermedad y muerte en un porcentaje de los ratones y el virus se distribuye a todo el organismo, llegando a las glándulas mamarias. De hecho, los autores confirman que puede haber transmisión vertical en el modelo de ratón, es decir, que una hembra lactante puede transmitir el virus a sus crías a través de la leche. 

Además de en ratón, este estudio evalúa también las características de la infección en hurón, que es una especie comúnmente usada en la investigación in vivo de los virus de gripe y que se considera un modelo más cercano al ser humano. La inoculación por vía intranasal en esta especie también provocó enfermedad en los animales y el virus consiguió llegar a muchos órganos, incluyendo cerebro, ojo y glándulas mamarias. En lo referente a la transmisión entre hurones por vía aérea se produjo, pero de forma ineficiente porque tan solo uno de los animales “contacto” desarrolló anticuerpos, aunque el virus no se pudo detectar en los hisopos nasales de este individuo.  

Otro hallazgo muy relevante de este estudio es que han demostrado que el virus aislado en las vacas tiene mucha afinidad por los receptores que habitualmente usa el virus para entrar a las células aviares (alfa 2,3) pero también por los receptores de los mamíferos (alfa 2,6). Estos receptores están presentes en el tracto respiratorio superior de los humanos, por lo que este genotipo concreto de H5N1 podría tener más capacidad de infectar y transmitirse entre personas. 

En conclusión, los resultados de este estudio demuestran que el subtipo H5N1 aislado en vacas tiene mucho tropismo (afinidad) por las glándulas mamarias, donde se replica intensamente, y que al menos en ratón, las crías de una hembra lactante infectada pueden contagiarse al mamar. Esto es muy relevante por lo que implica en cuanto a seguridad alimentaria en la leche de vaca y como posible vía de transmisión madre-cría en las granjas de vacas. 

Además, es la primera vez que un virus de gripe aviar tiene capacidad para unirse no solo a los receptores de células de aves, sino también a los de mamíferos y, aunque de forma ineficiente, puede transmitirse por vía aérea entre hurones. Todos estos resultados indican un potencial elevado de transmisión entre mamíferos y, por tanto, un mayor potencial pandémico de este subtipo concreto. 

Con esta nueva información, es aún más evidente la importancia de vigilar de cerca al virus H5N1. Nunca es buena noticia que un virus altamente patógeno de origen aviar se adapte a los mamíferos, pero en este caso la situación es especialmente preocupante porque se trata de una especie ganadera con una intensa interacción con el ser humano. Ante este escenario de riesgo es imprescindible apostar por una estrategia One Health en la que se intensifique la vigilancia sanitaria tanto en el ganado vacuno como en los trabajadores que están en contacto con estos animales. 

ES