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Maira Bes-Rastrollo

Co-coordinadora del grupo de trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Navarra, y miembro de CIBERobn

A día de hoy, la evidencia científica apoya un efecto perjudicial del consumo de alimentos ultraprocesados sobre la salud. Un consumo elevado de estos alimentos aumenta el riesgo de mortalidad y enfermedades crónicas. Los alimentos ultraprocesados, además de tener normalmente un perfil nutricional poco saludable con un contenido elevado en sal, grasas y azúcares, también contienen mezclas de aditivos usados en la industria alimentaria, como emulsionantes, saborizantes, edulcorantes o colorantes. En Europa hay más de 300 aditivos alimentarios autorizados. Están regulados por la norma EC/1333/2008. Su seguridad se ha evaluado previamente por la European Food Safety Authority (EFSA), la autoridad europea de seguridad alimentaria, que propone ingestas diarias aceptables para alguno de ellos. No obstante, la evaluación de seguridad de los aditivos alimentarios se realiza desde una perspectiva predominantemente toxicológica basada mayoritariamente en la citotoxicidad y genotoxicidad de un solo aditivo sin tener en cuenta los efectos de un consumo conjunto de aditivos a largo plazo. 

El estudio publicado en Plos Medicine se basa en un estudio observacional de cohortes prospectivo, la cohorte NutriNet Santé, que dispone de información detallada sobre el consumo de alimentos, incluyendo marcas y nombres comerciales de los productos consumidos utilizando tres recuerdos de 24 horas no consecutivos. Por primera vez, los autores del trabajo han identificado las principales mezclas de aditivos consumidos por la población francesa en base a la frecuencia de consumo de los participantes y han evaluado cómo esas mezclas de aditivos se asocian con el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. 

Los autores identificaron cinco mezclas de aditivos principales. Una mezcla de aditivos caracterizada por varios emulsionantes (almidones, pectinas, goma guar, carragenanos, polifosfatos, goma xantana), un conservante (sorbato potásico) y un colorante (curcumina), mezcla típica de una variedad de alimentos ultraprocesados como sopas, postres lácteos y salsas, así como otra mezcla de aditivos formada por acidificantes y reguladores de la acidez (ácido cítrico, citratos de sodio, ácido fosfórico, ácido málico), colorantes (caramelo de sulfito amónico, antocianinas, extracto de paprika), edulcorantes artificiales (acesulfamo potásico, aspartamo, sucralosa), y emulsionantes (goma arábiga, pectina, goma guar) mezcla típica de bebidas azucaradas y edulcoradas. Ambas mezclas se asociaron con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 incluso teniendo en cuenta la calidad nutricional de los alimentos consumidos por los participantes. 

Falta por ver si dichas mezclas de aditivos se asocian también con otras enfermedades crónicas o con mayor mortalidad pero, mientras se realizan más estudios epidemiológicos, estos resultados sugieren que se deberían de considerar las mezclas de aditivos alimentarios para evaluar su seguridad y reevaluar las leyes que los regulan para proteger la salud de la población. Además, estos hallazgos siguen apoyando la recomendación de Salud Pública de limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y promover el consumo de alimentos mínimamente procesados típicos de un patrón mediterráneo.

ES