Manuel Franco
Responsable de relaciones internacionales de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), organizador del Congreso Europeo de Salud Pública 2026 (EUPHA), profesor de investigación Ikerbasque en el Basque Centre for Climate Change (BC3) y profesor e investigador en las universidades de Alcalá y Johns Hopkins
Desde el punto de vista científico lo más importante es la falta de organización, la falta de datos, de coordinación, de lo que hoy en día se llama vigilancia y monitorización. Eso quiere decir que por el hecho de no tener una agencia de salud pública no vamos a tener un sistema de recogida de datos y posible análisis de datos que nos sirva como país para entender lo que está pasando y tomar decisiones.
La salud pública se basa en el análisis de los datos y la toma de decisiones en términos de intervenciones para la promoción y la protección de la salud. La falta de entendimiento de que a nivel nacional necesitamos esa organización es tremendo, porque lo que hace es cercenar el conocimiento para poder avanzar en salud y bienestar. La agencia planeaba no solo tener esa pata de vigilancia, sino también de evaluaciones de políticas y de intervenciones, no solo en alertas, sino también en la protección de las enfermedades infecciosas y de las enfermedades crónicas no transmisibles, que son las más importantes en cualquier país europeo, al menos.
Por otro lado, hay dos cosas fundamentales y es que una Agencia Estatal de Salud Pública reforzaría el papel que tenemos, no solo a nivel local, regional y nacional, sino el papel que tiene España en Europa y en el mundo. Y eso cada vez es más importante en salud pública, como vimos en la pandemia: muchas de las decisiones que se tomaron se hicieron a nivel europeo y son decisiones que se basan en datos, de qué está pasando con la enfermedad o datos de qué materiales, qué medicamentos, qué organización se necesita para proteger la salud.
Y, por último, creo que también cometemos un fallo a nivel de comunicación. Este país adolece de una entidad que sea la entidad que habla de salud y de salud pública a la nación, y eso no existe.
También cabe decir que otros países europeos lo han solucionado muy rápidamente. Alemania es un país que por cuestiones históricas venía de no tener ni siquiera una dirección general de salud pública en su gobierno, no tenía una agencia y no tenía una visión global internacional. Durante la pandemia, Alemania creó una dirección general de salud pública dentro de su gobierno, ha creado una Agencia Estatal de Salud Pública y ahora mismo tiene un centro de la OMS en Berlín.
Son decisiones que se han tomado hoy de no avanzar en algo que repercute en la salud y el bienestar de nuestra población y me parece incomprensible.