Manuel Franco
Responsable de relaciones internacionales de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), organizador del Congreso Europeo de Salud Pública 2026 (EUPHA), profesor de investigación Ikerbasque en el Basque Centre for Climate Change (BC3) y profesor e investigador en las universidades de Alcalá y Johns Hopkins
Creo que la medida es necesaria y está muy bien redactada y diseñada, porque no solo está diciendo qué medidas se pueden tomar en nuestra sociedad para que ayudemos a prevenir el tabaquismo ─tanto para que no se empiece a fumar como para evitar el tabaco de segunda mano o el humo ambiental de tabaco─, sino que además está diciendo “vamos a ayudar a que la gente deje de fumar”.
Sabemos que llevan décadas diseñando el tabaco para que sea una sustancia altamente adictiva y que, además, es un gran negocio para muchos. Eso es lo tremendo del tabaco: desde los años 60 sabemos que es un peligro para nuestra salud individual y para la salud de la población, y que además hay un gran negocio detrás. Por lo tanto, prevenir que la gente empiece a fumar y además ayudar a que los que ya estamos enganchados dejemos de fumar es fundamental. Esas dos patas son una de las medidas de salud pública y de prevención de la enfermedad más importantes.
Además, tiene una pata de equidad en salud. No fumamos todos por igual en nuestra sociedad, hay gente que fuma más y otros que fuman menos. Los que más fuman ahora son las personas de nivel socioeconómico más bajo, lo cual es todavía más terrible porque quiere decir que las personas que enferman más son las que menos dinero tienen y las que menos acceso tienen a poderse curar. Por tanto, esa dimensión de equidad que tiene esta medida de Cataluña es muy bienvenida.
Y por último, es muy importante decir que la situación de las terrazas es muy grave. Hace tiempo demostramos en una investigación que los límites de exposición al humo del tabaco estaban sobrepasados en la gran mayoría de las terrazas de Madrid. Y que, además, las terrazas que se cierran en invierno son ilegales.
Por tanto, el ejemplo de Cataluña, donde el ayuntamiento de Barcelona ya logró que las playas fueran un espacio sin humo, me parece que es la manera de avanzar. Siempre ayudando a que las personas que están enganchadas [al tabaco] puedan dejar esa adicción desde el punto de vista de la atención primaria y de los tratamientos que existen.