Este artículo se publicó hace más de 1 año
Reacción: un estudio sugiere que los niños nacidos por cesárea responden peor a algunas vacunas por cambios en el microbioma

Un estudio ha encontrado una relación entre el parto por cesárea y cambios en el microbioma, así como una menor respuesta a las vacunas contra el neumococo y el meningococo en niños. Los resultados se publican en la revista Nature Communications. 

16/11/2022 - 14:07 CET
 
Reacciones

Pérez Matute - Cesáreas

Patricia Pérez Matute

Investigadora Responsable de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, Microbiota y Metabolismo del Departamento de Enfermedades Infecciosas del CIBIR-Hospital Universitario San Pedro

Science Media Centre España

Considero que es un estudio de gran interés para la salud, aunque presenta varias limitaciones que hacen difícil extrapolar las conclusiones a toda la población. Es una primera foto y un buen punto de partida para el diseño de nuevos trabajos en esta línea. 

Por un lado, era ya conocido que, durante el establecimiento de la microbiota tras el nacimiento, existen diferentes factores que pueden alterarla, como son el tipo de nacimiento, la dieta o la exposición a antibióticos. Por otro lado, también se ha estudiado el papel de esta microbiota inicial en la respuesta a vacunas infantiles. La novedad de este trabajo radica en la relación entre todos estos factores, es decir, el tipo de nacimiento con el establecimiento de la microbiota (desde muy temprano) y la respuesta a dos vacunas infantiles. Es un trabajo en el que hay que destacar como punto fuerte la recogida de muestras en diferentes puntos temporales y que las asociaciones halladas tienen lugar con el establecimiento muy inicial de la microbiota.  

Las implicaciones, en caso de corroborarse en cohortes mayores y con análisis inmunológicos más completos, serían que podría llevarse a cabo un tratamiento con algo tan sencillo como podrían ser probióticos (a base de Bifidobacterium o microorganismos beneficiosos), metabolitos microbianos (como ácidos grasos de cadena corta producidos por bacterias con acción antiinflamatoria) o de trasplantes fecales de la madre en aquellos niños que nacen por cesárea para potenciar su respuesta inmune a las futuras vacunas infantiles (en este caso del meningococo y pneumococo) y, con ello, lograr un sistema inmunitario más fortalecido. 

Sin embargo, desde mi punto de vista hay varias limitaciones en este trabajo que hacen que sea difícil extrapolar sus conclusiones a la práctica clínica. De hecho, los autores son conscientes de muchas de ellas y así las describen en la discusión del artículo. Para empezar, y aunque soy consciente de la dificultad de hacer este tipo de estudios en bebés recién nacidos, el número de bebés incluidos no es muy grande. Además, el análisis de la microbiota se ha llevado a cabo únicamente en 10 individuos nacidos mediante parto vaginal y otros 10 con cesárea. Aunque se recogen muestras en diferentes puntos temporales (lo cual es una fortaleza del estudio), un tamaño tan pequeño hace difícil sacar conclusiones extrapolables a otras poblaciones. Además, existe cierta variabilidad en el momento de la recogida de las muestras.  

Como los autores indican, cuantificar los niveles de IgG en suero sería mucho más robusto (aunque difícil de llevar a cabo en estos bebés) e incluir el análisis de IgA en saliva hubiera sido también de gran interés, tal y como se recomienda en este tipo de trabajos. Además, hubiera sido de interés analizar la evolución de la composición de la microbiota oral a lo largo del tiempo y su relación con la respuesta inmunitaria a las vacunas. Esto le aportaría mucha novedad y abriría un camino de conocimiento muy interesante.  

Sería interesante también llevar a cabo un seguimiento a más largo plazo. Desde un punto de vista de salud pública, la inmunidad debería mantenerse no solo 1-4 meses tras la exposición de las vacunas, por lo que habría que ver si dichos niveles de IgG se mantienen con el tiempo (esto es fundamental, aunque soy consciente de la dificultad que atañen este tipo de estudios de seguimiento y, sobre todo, porque en estas edades habría que tener en cuenta cómo influyen otros factores más difíciles de cuantificar como es la alimentación).  

En general, y como he comentado anteriormente, creo que este es un estudio preliminar que más que dar conclusiones claras, presenta resultados prometedores que abren las puertas a nuevos estudios, los cuales seguramente aportarán conocimiento y futuras aplicaciones clínicas en nuestros niños.

Declara no tener conflicto de interés
ES
Publicaciones
Mode of delivery modulates the intestinal microbiota and impacts the response to vaccination
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Humanos
Revista
Nature Communications
Autores

de Koff et al.

Tipo de estudio:
  • Revisado por pares
  • Estudio observacional
  • Humanos
Las 5W +1
Publica
FAQ
Contacto