Para estimar la eficacia de dos o tres dosis de vacunas contra la infección y la hospitalización por covid-19, un equipo de investigadores de Dinamarca realizó un estudio de todos los residentes daneses de 12 años o más no contagiados previamente. La conclusión de la investigación, que se publica en PLOS Medicine, es que una tercera dosis proporcionaba una mayor protección contra la infección y la hospitalización por ómicron que con dos vacunas.
Salvador Iborra - dosis
Salvador Iborra
Inmunólogo
Para estimar la efectividad de dos o tres dosis de las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, el estudio emplea una cohorte danesa a nivel nacional, incluyendo un grupo de residentes mayores de 12 años hasta 59, y otro de mayores de 60, sin historial de infección por el SARS-CoV-2 (detectado por qPCR o test de antígeno). Por tanto, el alto número de personas incluidas en este estudio, aumentaría su calidad y la solidez de los resultados.
El estudio distingue los periodos en los que las variantes dominantes fueron alfa, delta y ómicron. Las conclusiones, en general, parecen correctas, pero creo que los datos que aportan no permiten concluir de manera clara que una tercera dosis aumente la eficacia frente a la hospitalización en personas mayores de 60 años. En este grupo solo podemos comparar la efectividad de ambas dosis frente a delta, ya que no hay datos de protección frente a alfa en personas con tres dosis, ni frente a ómicron en personas con dos dosis. Los datos de la efectividad frente a delta son del 97,7 % 61-90 días después de la segunda dosis mientras que, en un periodo equivalente tras tres dosis, la efectividad es del 91,7 %. Sí es cierto que la efectividad vacunal frente a ómicron en este grupo (tres dosis) desciende lentamente, pero no sabemos qué habría ocurrido con solo dos dosis de vacuna.
El estudio indica que la efectividad frente a la infección con delta desciende con el tiempo en el grupo que recibe dos dosis (no hay datos suficientes con tres dosis). En el periodo dominado por ómicron, la efectividad frente a la infección es, en general, baja (50 %), siendo prácticamente nula en el grupo vacunado con dos dosis a los 120 días, y manteniéndose en el grupo que recibió una tercera dosis (VE 50 %).
La efectividad frente a la hospitalización también desciende con el tiempo tras la administración de la vacuna, pero de manera menos acusada. El descenso es más notable en el periodo dominado por ómicron, curiosamente, es mayor en el grupo más joven (67,5 % en el grupo de 12 a 59; 83,3 % en los mayores de 60). Una tercera dosis no aumenta dicha eficacia 120 días después de la última dosis, pero sí podría ralentizar la bajada inicial 30-90 días de la eficacia en menores de 60.
En general los datos concuerdan con la baja efectividad de las vacunas frente a una infección con ómicron (respecto a las otras subvariantes), y a que esta efectividad mejore o decaiga menos con dosis adicionales.
Los autores han considerado varios factores de confusión: edad, sexo, comorbilidad (diabetes, obesidad, cáncer, etc.), localización geográfica. Las limitaciones están relacionadas con la posibilidad de que, pese al cribado masivo en Dinamarca, algunas infecciones hayan pasado inadvertidas en los test de antígenos o PCR, o sesgos debido al diferente comportamiento individual (personas que son monitorizadas muy frecuentemente, frente a otras que no lo hacen, personas con más riesgo de exposición al virus). No se distinguen infecciones asintomáticas de sintomáticas. No se distinguen diferentes subvariantes de ómicron. En el periodo ómicron el número de personas sin vacunar es muy reducido, lo que puede crear sesgos.
Este estudio confirma que, pese a que las vacunas actuales presentan una baja efectividad frente a la infección con ómicron, son relativamente eficaces para prevenir la hospitalización. En mi opinión, los datos de este estudio no permiten respaldar de manera clara y evidente que una tercera dosis mejore la duración de la efectividad frente al ingreso hospitalario en personas mayores de 60 años, al menos en el periodo que abarca el estudio: 60-90 días tras la vacunación. Esto podría tener implicaciones para la toma de decisiones respecto a la administración de dosis de recuerdo o adicionales.
Sonia Zúñiga - dosis
Sonia Zúñiga
Viróloga del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC)
Este trabajo está en línea con lo que ya se venía observando sobre la eficacia de las vacunas, tanto en prevención de hospitalización como infección, en función de las dosis, el tiempo después de la dosis, y la variante del virus.
Tiene la virtud de que es un estudio poblacional muy amplio, en todo un país, que refuerza lo que ya se sabía. Como los mismos autores dicen, una limitación del estudio es que, por las fechas, los resultados obtenidos frente a ómicron pueden cambiar si se tienen en cuenta las nuevas variantes BA.4 y BA.5. Sería de desear que el estudio tuviese una continuación durante todo el 2022, para poder evaluar este aspecto. Además, de ese modo, se ampliaría de manera similar a como se ha hecho con otras variantes el tiempo posvacunación o posrefuerzo en el que se evalúa la eficacia frente a ómicron.
López Hoyos - dosis
Marcos López Hoyos
Presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), director científico del Instituto de Investigación Sanitaria Valdecilla (IDIVAL) y profesor de Inmunología de la Universidad Cantabria
Se trata del análisis del registro danés, bien recogido con las vacunaciones con ARNm (Pfizer y Moderna) y que muestra una buena protección de la vacuna frente a infección con las variantes alfa y delta, cayendo mucho con la ómicron.
Una fortaleza del estudio en Dinamarca fue el elevado acceso a los test para descartar la covid-19 desde el inicio de la pandemia. Todo ello va en línea con otros registros y trabajos.
La protección frente a hospitalización frente a delta y ómicron fue muy alta.
Es un estudio que confirma todo lo descrito hasta la fecha en otras series y registros. Tal y como dicen los autores, la mayor limitación del estudio es la no aleatorización de los grupos, puesto que en ciertas edades la tasa de vacunación fue casi del 100% y el grupo de referencia sin vacunar no era comparable.
Incluyen también el efecto de comorbilidades como covariables, aunque solo emplean la suma de una a cuatro comorbilidades consideradas, sin diferenciar el efecto diferencial.
Ignacio Molina - dosis
Ignacio J. Molina Pineda
Catedrático de Inmunología
El estudio realizado por Gram et al. demuestra claramente que una tercera dosis de vacuna es necesaria para obtener una protección duradera frente al SARS-CoV-2. La principal fortaleza del estudio es la elevada muestra, al haberse realizado sobre la población danesa.
No obstante, no añade nada nuevo a nuestro conocimiento. Desde hace bastante tiempo ya quedó muy claro en varios estudios previos que, mientras que dos dosis proporcionaban una buena protección frente a las variantes anteriores a ómicron, no era el caso frente a esta última. Ómicron es bastante diferente con respecto a la cepa original, que es el inmunógeno contenido en las vacunas actuales, por lo que es necesario administrar tres dosis a toda la población, ya que ómicron es la variante hegemónica en la actualidad. Los estudios más recientes ya están evaluando la efectividad de la administración de cuatro dosis.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
- Estudio observacional
- Humanos
- Artículo de investigación
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- Estudio observacional
- Humanos