En la actualidad, cuando se realiza un trasplante de órgano, el paciente tiene que tomar medicamentos inmunosupresores para evitar que su sistema rechace al nuevo órgano. Estos fármacos deben tomarse de por vida y tienen numerosos efectos secundarios. En un ensayo clínico en fase 1, los investigadores administraron a pacientes que iban a recibir un trasplante de hígado células dendríticas reguladoras derivadas del donante original, bajo la hipótesis de que estas células podrían ‘enseñar’ al sistema inmunitario del receptor a tolerar el nuevo órgano. La investigación, publicada en Science Translational Medicine, indica que con este tratamiento se podría reducir o incluso prescindir del uso de inmunosupresores a largo plazo.