Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Cantabria)
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Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla-IDIVAL y profesor asociado de Medicina en el departamento de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Cantabria

Un equipo internacional con participación española ha analizado en 1.767 pacientes la utilidad de un biomarcador en sangre —la proteína p-tau217— para detectar alzhéimer. Según los autores, que publican los resultados en la revista Nature Medicine, la prueba ha detectado con alta fiabilidad la enfermedad en cuatro cohortes hospitalarias, así como en una cohorte de atención primaria. Además, añaden que se trata de un ensayo fácilmente implementable en laboratorios clínicos y que ya se utiliza de forma rutinaria en algunos centros de España.

La plataforma DIAN-TU es una iniciativa para probar tratamientos contra el alzhéimer de forma precoz, al reclutar personas con alguna mutación que conduce a desarrollar la enfermedad en el futuro. Uno de los ensayos con el fármaco antiamiloide gantenerumab concluyó sin alcanzar los objetivos. Sin embargo, una continuación del estudio en 73 pacientes sugiere —por primera vez, según los autores— que el tratamiento a largo plazo y con altas dosis administradas tiempo antes de desarrollar síntomas podría retrasar la aparición de la enfermedad. Los resultados se publican en la revista The Lancet Neurology.

Una revisión de 14 estudios y datos de más de 130 millones de pacientes ha encontrado una asociación entre el uso de fármacos como antiinflamatorios, antibióticos y vacunas y un menor riesgo de demencia. Los autores recuerdan que “el hecho de que un fármaco concreto se asocie a un riesgo alterado de demencia no significa necesariamente que la cause o que ayude contra ella”. Sin embargo, “agrupar estos enormes conjuntos de datos sanitarios proporciona una fuente de pruebas que puede ayudarnos a decidir qué fármacos debemos probar primero”. La investigación se publica en la revista Alzheimer’s and Dementia: Translational Research & Clinical Interventions.

Un estudio desarrollado por investigadores italianos ha probado un tratamiento que se administra como un espray nasal para frenar la enfermedad de Alzheimer en su fase inicial. Administrado en ratones, el tratamiento inhibe un enzima relacionado con la enfermedad y con la resistencia a la insulina. Según los investigadores, que publican el trabajo en la revista PNAS, la aplicación del espray en los animales “puede contrarrestar la acumulación de proteínas nocivas en las neuronas y retrasar la aparición y progresión del deterioro cognitivo”.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha recomendado no conceder la autorización de comercialización de Leqembi™ (lecanemab) para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. El Comité de Medicamentos de Uso Humano de la EMA (CHMP) considera que su efecto en el retraso del deterioro cognitivo no compensa el riesgo de efectos secundarios graves asociados al fármaco, en particular, hinchazón y posibles hemorragias en el cerebro de los pacientes. Leqembi™ fue aprobado en 2023 en Estados Unidos.

Una familia de más de mil miembros con origen en Colombia tiene una mutación llamada “paisa” que aboca a desarrollar la enfermedad de Alzheimer. En 2019 se describió que una mutación añadida en el gen apoE y llamada “Christchurch” confirió una gran protección a un individuo que portaba dos copias de ella. Ahora, un estudio ha comprobado que 27 miembros de la familia presentan una sola copia y que también se asocia con cierto grado de protección. Según los autores, que publican los resultados en la revista NEJM, el descubrimiento podría servir para desarrollar nuevos tratamientos frente a la enfermedad.

Se consideran formas genéticas de alzhéimer aquellas en las que determinadas variantes de un gen provocan indefectiblemente la enfermedad con el tiempo. Hasta ahora solo se consideraban como tales algunas alteraciones poco frecuentes en tres genes. Un grupo de investigadores liderados desde el Hospital de Sant Pau en Barcelona ha propuesto una nueva forma, mucho más frecuente. Tras analizar datos de más de tres mil cerebros donados y datos clínicos de más de diez mil pacientes, comprobaron que casi todas las personas que portan dos copias de la variante ApoE4 en el gen ApoE, que antes solo se consideraba factor de riesgo, terminan también por desarrollar la enfermedad. Publican los resultados en la revista Nature Medicine.

Toledo y Alicante sufren los primeros brotes de sarampión registrados en España desde la pandemia, según ha informado hoy El País. En total, se han confirmado desde el 1 de enero 15 casos, de los que siete son importados y ocho autóctonos.

Un estudio ha analizado más de cien factores ambientales y su repercusión en la respuesta inmunitaria. Tras estudiar a unas mil personas voluntarias, sus conclusiones son que el tabaco es el factor que más alteraciones provoca en las defensas. Mientras que algunos cambios son transitorios, otros pueden permanecer años después de abandonar el hábito. Los resultados se publican en la revista Nature.

En la actualidad, cuando se realiza un trasplante de órgano, el paciente tiene que tomar medicamentos inmunosupresores para evitar que su sistema rechace al nuevo órgano. Estos fármacos deben tomarse de por vida y tienen numerosos efectos secundarios. En un ensayo clínico en fase 1, los investigadores administraron a pacientes que iban a recibir un trasplante de hígado células dendríticas reguladoras derivadas del donante original, bajo la hipótesis de que estas células podrían ‘enseñar’ al sistema inmunitario del receptor a tolerar el nuevo órgano. La investigación, publicada en Science Translational Medicine, indica que con este tratamiento se podría reducir o incluso prescindir del uso de inmunosupresores a largo plazo.