El ejercicio moderado puede ralentizar el deterioro cognitivo provocado por el alzhéimer preclínico

La inactividad física es un factor de riesgo para la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Un equipo internacional ha estudiado durante 14 años a casi 300 personas con alzhéimer preclínico –sin síntomas pero con acumulación en el cerebro de proteínas tau y beta amiloide–, para saber si el ejercicio físico puede influir también en su progresión. Los resultados indican que, incluso una actividad muy moderada –caminar entre 3.000 y 5.000 pasos al día– se asociaba con un deterioro más lento, mientras que los beneficios —que parecen estar relacionados con un menor depósito de la proteína tau— eran mayores y tendían a estabilizarse con una actividad que incluyera entre 5.000 y 7.500 pasos. Los resultados se publican en la revista Nature Medicine.  

03/11/2025 - 17:00 CET
Reacciones

Eloy Rodríguez - pasos alzhéimer

Eloy Rodríguez Rodríguez

Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla-IDIVAL y profesor asociado de Medicina en el departamento de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Cantabria

Science Media Centre España

Es un estudio muy interesante, metodológicamente bien hecho y que se suma a un creciente cuerpo de evidencia que apunta al efecto protector frente a la enfermedad de Alzheimer del ejercicio aeróbico, en este caso, moderado. Lo mas interesante a mi parecer es la aportación de un largo plazo de observación (14 años) y lo bien estudiados que están los sujetos de la cohorte, permitiendo discernir que el mecanismo subyacente es la menor acumulación de proteína tau.  

Las evidencias que se van acumulando deberían guiar las políticas de salud pública hacia la promoción del ejercicio físico en la población general y, especialmente, en poblaciones de alto riesgo, usando como herramienta de prevención.   

No declara conflicto de interés
ES

Tara Spires-Jones - pasos alzhéimer

Tara Spires-Jones

Directora del Centro para el Descubrimiento de las Ciencias del Cerebro de la Universidad de Edimburgo, jefa de grupo en el Instituto de Investigación de la Demencia del Reino Unido y expresidenta de la Asociación Británica de Neurociencia

Science Media Centre Reino Unido

Este estudio de Yau y colegas de la facultad de Medicina de Harvard muestra que dar más de 5.000 pasos al día se asocia con una ralentización del deterioro cognitivo y de la acumulación de patología de la enfermedad de Alzheimer en el cerebro. El estudio está bien realizado y los datos representan un avance importante, ya que indican que las personas que ya presentan patología temprana de la enfermedad de Alzheimer en el cerebro aún pueden beneficiarse incluso de cantidades modestas de actividad física (más de 3.000 pasos al día).  

Sin embargo, este tipo de estudio no permite descartar por completo la causalidad inversa. En lugar de que el aumento de pasos sea protector, las personas podrían tener una actividad física reducida debido al daño previo en los circuitos cerebrales causado por la patología temprana de la enfermedad de Alzheimer. Si bien los autores tuvieron en cuenta algunos aspectos de la causalidad inversa al medir la patología a lo largo del tiempo, para concluir firmemente que el aumento de la actividad física ralentiza la progresión de la enfermedad de Alzheimer se necesitan ensayos aleatorizados.  

En resumen, los datos disponibles indican que mantenerse físicamente activo es bueno para el cerebro, pero no garantiza la prevención ni el retraso de la demencia. 

Conflictos de interés: “No tengo conflictos de interés con este estudio, pero he recibido pagos por consultoría, ponencias científicas o investigación colaborativa durante los últimos 10 años de AbbVie, Sanofi, Merck, Scottish Brain Sciences, Jay Therapeutics, Cognition Therapeutics, Ono y Eisai, y dirijo la empresa Spires-Jones Neuroscience, Ltd., que actúa como consultora. También soy fideicomisaria de la British Neuroscience Association y de Guarantors of Brain, y presto servicios de asesoramiento científico a varias organizaciones benéficas e instituciones sin ánimo de lucro”. 

ES

Charles Marshall - pasos alzhéimer

Charles Marshall

Catedrático de Neurología Clínica en la Queen Mary University of London (Reino Unido)

Science Media Centre Reino Unido

Esta investigación aporta pruebas sólidas de que los niveles moderados de actividad física se asocian a una progresión más lenta de las primeras fases de la enfermedad de Alzheimer, y que esto está vinculado a una menor acumulación de la proteína tau, una causa importante de la pérdida de células cerebrales.  

Con este tipo de estudios observacionales siempre es difícil asegurar que la actividad física sea realmente la causa de la diferencia observada. Los autores hacen un buen trabajo al intentar desentrañar este tema, pero no podemos saber si las personas que realizan más ejercicio físico son más saludables en otros aspectos, ni si los cambios en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer influyen en los niveles de actividad (causalidad inversa). Tampoco podemos asegurar que sea la actividad física durante esta etapa de la vida adulta la que marca la diferencia, o si quienes son más activos ahora lo han sido durante décadas y que los beneficios se acumulan a largo plazo.  

Sin embargo, este estudio se suma a la abundante evidencia que sugiere que la actividad física regular es buena para el cerebro, además de todos los demás beneficios físicos que conlleva, y no dudaría en animar a la gente a fijarse una meta diaria de pasos. 

Declara no tener conflicto de interés
ES
Publicaciones
Physical activity as a modifiable risk factor in preclinical Alzheimer’s disease
    • Artículo de investigación
    • Revisado por pares
    • Humanos
Revista
Nature Medicine
Fecha de publicación
Autores

Yau et al.

Tipo de estudio:
  • Artículo de investigación
  • Revisado por pares
  • Humanos
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