Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas han influido en las narrativas de los gobiernos en torno a la sostenibilidad, pero no han conseguido cambios sustanciales en acciones legislativas ni en la asignación de los recursos, según un análisis publicado en la revista Nature Sustainability que ha analizado más de 3.000 estudios.
Beatriz González - ODS
Beatriz González López-Valcárcel
Catedrática de Universidad de Métodos Cuantitativos en Economía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria
Es un artículo importante, resultado del esfuerzo colaborativo de decenas de personas que en un proyecto de mayor alcance han revisado más de 3.000 artículos y documentos. Los resultados detallados del proyecto (SDG Impact Assessment) se publicarán este año.
Mediante un metaanálisis, los autores exploran el impacto real de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible entre 2015 y 2021. El artículo pone en evidencia que el impacto transformador ha sido escaso, más bien discursivo, apenas se ha traducido en cambios regulatorios e institucionales, y ha sido utilizado por algunos gobiernos para legitimar sus propias políticas previas.
No obstante, encuentran también motivos para el optimismo. Por ejemplo, el Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible [la plataforma de Naciones Unidas para el seguimiento y la revisión de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible] está funcionando para aprender de las buenas prácticas de otros gobiernos.
Alicia Pérez-Porro - ODS
Alicia Pérez-Porro
Coordinadora científica del CREAF que ha asistido a la COP28 de Dubái
Este estudio de Biermann et al. (2022) analiza el impacto en las políticas públicas que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas han tenido hasta ahora. Concluyen, que a pesar de lo ambiciosa de la Agenda 2030 en la que se enmarcan, hasta ahora su impacto en las políticas internacionales, nacionales y locales ha sido limitado desde su implantación en el 2015. Sin embargo, los ODS han proporcionado un marco narrativo para otros actores del desarrollo sostenible, como la sociedad civil y el sector privado, y que a su vez les permite evaluar y presionar a los gobiernos para su implementación o la aceleración de la misma.
Descartada la falta de ambición de los ODS como posible limitación a su impacto en las políticas públicas, es importante destacar que los ODS no son legalmente vinculantes y que por tanto su interpretación puede variar dependiendo de los actores y sus propios intereses. Este hecho no es nuevo en la esfera internacional, por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (2000-2015), predecesores de los ODS, tampoco lo eran. Y las propuestas para reforzar el papel del órgano de Naciones Unidas encargado del seguimiento de los ODS, el High-Level Political Forum on Sustainable Development (HLPF), no son apoyadas por todos los países.
A pesar de que el avance de los ODS está muy ligado al actual sistema de gobernanza internacional, es importante mencionar el papel que tienen gobiernos subnacionales, locales y regionales, en hacerlos avanzar. Es especialmente relevante en aquellos países en los que la política estatal tiene un interés anecdótico en el avance de los ODS. Sobre este tema hay pocos estudios, igual que sobre el avance e impacto de los ODS en países africanos.
Tendremos que esperar al 2030 para poder evaluar el impacto final y real de los ODS y la Agenda 2030, pero estudios como este son muy necesarios para ir detectando aquellas áreas en las que poner el foco y trabajar para asegurar el éxito parcial o total de los ODS y su impacto en las políticas por un desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás.
Alicia Pérez-Porro es miembro del Comité Asesor del SMC España.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares
Frank Biermann et al.
- Artículo de investigación
- Revisado por pares