Este paper acumula evidencia de varios estudios y realiza modelos estadísticos complejísimos, pero no lleva a nada claro que decir sobre el incremento (o disminución) en el riesgo de desarrollar problemas de salud asociado a diferentes niveles de consumo de alcohol en diferentes grupos de edad. En el paper solo consideran los riesgos relativos, por lo que incumplen las propias directrices de The Lancet, donde se establece que siempre se deberían comunicar los riesgos absolutos, los cuales son indispensables para comprender la magnitud real de un riesgo (en este caso el riesgo de desarrollar diferentes problemas de salud asociados al consumo de alcohol).

A la hora de cubrir esta información, hay que ser cautelosos con expresiones del tipo “el consumo del alcohol es un riesgo para los jóvenes” o “puede tener beneficio para algunos adultos”. Hay dos problemas en esta clase de aseveraciones. El primero es que usan lenguaje causal (“es un riesgo” y “puede tener”) en vez de correlacional (“se asocia con un incremento en el riesgo” y “podría tener”), lo cual manda un mensaje equivocado sobre el tipo de evidencia que hay. 

El segundo y más importante es que el paper no incluye los *riesgos absolutos de desarrollar problemas de salud asociados al alcohol en los jóvenes y en los adultos mayores, por lo tanto, no hay cómo sustentar y explicar esas afirmaciones.  

Además, hacen recomendaciones basadas en el análisis, ignorando de nuevo el principio de que las políticas deben basarse siempre en los riesgos absolutos.

*Riesgo absoluto en las personas no expuestas al factor de riesgo (o riesgo basal): proporción de personas no bebedoras que se espera que desarrolle los problemas de salud estudiados.